JUICIO DEL PROCÉS

Un cabo responsable de un registro el 20-S: "Me dijeron, cuando abran la puerta salid corriendo porque os comen"

El cabo de la Guardia Civil responsable de uno de los registros realizados el 20 de septiembre en Catalunya, en el domicilio del asesor de la Consejería de Gobernación Juan Ignasi Sánchez Santín en Sabadell (Barcelona), ha relatado este miércoles en el Tribunal Supremo los tensos incidentes en los que se vio envuelta la comisión judicial tras ser rodeado el edificio por cientos de personas, lo que les obligó a salir por el garaje. "Me dijeron, cuando se abra la puerta salid corriendo, que os comen", ha señalado.

ondacero.es

Madrid | 27.03.2019 20:26 (Publicado 27.03.2019 06:16)

El testigo ha utilizado un lenguaje directo y desenvuelto para narrar de forma pormenorizada y muy gráfica lo ocurrido ante la sala que juzga el 'procés' independentista, destacando además la labor de los agentes de Mossos d'Esquadra que acudieron al lugar, cinco de los cuales resultaron heridos.

"Los Mossos actuaron muy bien, se la jugaron ¿Eh? Otros días, pues ya no", ha manifestado, tras explicar que la gente congregada les aplaudió cuando aparecieron, pero cuando empezaron a actuar "ya no les decían 'sois nuestra policía'".

El registro se inició con problemas. Al poco de empezar sus agentes le avisaron de la llegada de "personas del Ayuntamiento de Sabadell" y más tarde policía local del municipio preguntando qué hacían allí, al tiempo que decenas de personas comenzaban a congregarse en torno al bloque de viviendas.

La concentración se iba incrementando y el guardia civil temió que pudieran entrar al portal y subir al piso, por lo que hizo una foto desde una ventana y se la envió a su superior, que le respondió que no se les ocurriera salir, que ya se estaban produciendo incidentes en Barcelona y que les enviarían refuerzos.

"Pero se complicó la cosa exponencialmente", ha seguido relatando el testigo, que ha descrito también el nerviosismo que empezó a hacer mella en el secretario judicial.

"Mis compañeros me dijeron: 'de los coches olvidaros, si os abren pasillo os escoltamos hasta los logotipados'. Pero les pedí si podían liberar uno de nuestros vehículos que luego nos sirvió para salir", ha continuado el cabo, para añadir dirigiéndose al fiscal Javier Zaragoza: "Si le cuento como salí...". "Cuente, cuente", le ha respondido en ese momento el representante del Ministerio público.

"UNO GRITÓ: POCO HA MATADO ETA. BURRADAS"

El clima se volvía cada vez más tenso, ha continuado relatando el cabo, para destacar que pudo ver como ocho o diez mossos en medio de la masa, que los rodeó y vapuleó. Entre los insultos que escuchó , el de "fascistas" u "opresores", mientras que "uno gritó 'poco ha matado ETA'. Burradas", según ha resumido.

Sobre la salida de la comisión judicial, el testigo ha recordado que tardaron unas tres horas en poder abandonar la vivienda después de que la comisión judicial terminara el registro, y que como existía un garaje pensó "me la voy a jugar" y pidió que acercaran a la puerta el coche que había podido ser liberado del gentío.

"Todavía me da... -ha relatado el testigo visiblemente nervioso- Me dijeron, cuando se abra la puerta salid corriendo porque os comen. Los mossos contuvieron a la masa y salimos corriendo, y metimos en el coche al secretario, al detenido, las evidencias y dos agentes".

El testigo y otro agente salieron a la carrera seguidos de unas quince o veinte personas, que dejaron de perseguirles una vez doblaron la esquina. "Me quisieron agredir pero no, no me agredieron", ha continuado relatando, para concluir que tras volver a la zona aprovecharon que un grupo de personas se encontraba hablando con la mujer del detenido para meterse en otro coche. "Nos dieron golpes pero pudimos salir", ha manifestado ante la Sala.

Después volvió a la sede judicial para interesarse por el letrado de la administración de justicia, al que encontró "indignado" por lo ocurrido. "Estábamos todos nerviosos. Mucha impotencia, mucha impotencia, el momento de salir fue de angustia profunda. Estaban impidiendo la salida de la comisión judicial de una orden dictada por un juez", ha manifestado el cabo ante el tribunal, reviviendo lo ocurrido.

ARRANCAR SETAS O CEBOLLAS

En otro momento de la declaración, el testigo ha querido detallar la organización de las "20 o 30 personas" que se encontraban en las puertas del domicilio para impedir la salida de la comitiva judicial y ha dicho que unas formaban una "muralla de personas haciendo una barrera" y otras estaban sentadas. Asimismo, ha recordado que los concentrados gritaban "que arranquen setas", llamando así a los agentes para que les quitasen del paso, rememorando a un juego infantil catalán de 'arrecar cebes' (cebollas en catalán).

Esta expresión ha sido recuperada por la defensa del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ejercida en esta ocasión por Álex Solá, que ha querido saber en qué consiste precisamente "arrancar setas", a lo que ha contestado que no sabe, que se lo tendría que "preguntar" a su mujer "que es catalana".

Por otro lado, como ya ha ocurrido con otros testigos, con los que se ha intentado denunciar irregularidades en las detenciones de los detenidos del 20-S, Solá ha preguntado si en esta ocasión había una orden explícita del juzgado para detener a Joan Ignasi Sànchez Santín. Le ha recordado que no fue arrestado según llegó la Guardia Civil al registro de su domicilio.

El cabo primero ha insistido en que tenía "instrucciones" de llevar a cabo esta actuación, pero que no recuerda el momento exacto en el que debía hacerlo. Aún así, ha restado importancia a esa cuestión, al tiempo que ha explicado que al entrar en la vivienda se encontró con que allí estaba el hijo menor de Sànchez Santín: "¿Qué hago, le detengo, le engrilleto, estigmatizo al niño?".