Entre las muchas enmiendas a la LOMLOE, la ley Celaá que anoche salieron adelante, hay una de ellas que permitirá ser inspector educativo sin tener que realizar una oposición. Y hay mucho enfado en el sector que sostiene que esto va a fomentar el enchufismo.
Denuncian que nos devuelve a tiempos pasados y que fomenta el enchufismo y el amiguismo. Es otra de las sorpresas de la votación de enmiendas a la LOMLOE: para ser inspector educativo ya no hará falta opositar, es decir, según esta iniciativa del PSOE, Podemos y ERC, las comunidades podrán nombrar a los inspectores con criterios subjetivos o arbitrarios, pero no tendrán que realizar ninguna prueba previa.
Por ello, Jesús Marrodán, presidente de la Unión Sindical de Inspectores de Educación, cree que enmienda resta valor a la profesión y pone en duda su independencia. "No queremos volver a épocas donde el amiguismo permitía acceder a ciertos cargos públicos, queremos transparencia, queremos una inspección técnica, profesional y autónoma", dice.
Entre las medidas más polémicas aprobadas anoche: que el castellano deje de ser lengua vehicular en las aulas y que los centros que segreguen por sexos no reciban ninguna subvención.