No ha gustado nada entre parte de sus socios, la fecha que Pedro Sánchez ha anunciado para someterse a las preguntas de los grupos parlamentarios en el Congreso por el caso Koldo. El mayor descontento, al menos público, lo ha mostrado Gabriel Rufián.
A través de un contundente mensaje en la red social X (antes Twitter), el portavoz de ERC ha cargado contra el argumento esgrimido por el Ejecutivo para justificar la tardanza: "Nos dicen que el Presidente no puede comparecer YA en el Congreso porque 'tiene que cumplir con su agenda internacional'. Deberían entender que para seguir cumpliendo con esa agenda internacional debe seguir siendo Presidente."
ERC, junto con otros socios de investidura como Junts, PNV o Podemos, ha exigido que la comparecencia de Sánchez tenga lugar antes del 9 de julio, la fecha propuesta por el PSOE. La respuesta del presidente del Gobierno ha generado amenazas veladas de ruptura por parte de formaciones clave para la gobernabilidad, como es el caso de ERC.
La fecha del 9 de julio
El grupo socialista ha defendido que la primera fecha disponible para que Sánchez comparezca en el Congreso es el 9 de julio, debido a sus compromisos internacionales. En ese periodo, el presidente participará en la cumbre de la OTAN (24 y 25 de junio), el Consejo Europeo (26 y 27 de junio) y la Conferencia de Financiación para el Desarrollo en Sevilla (30 de junio al 3 de julio).
Sin embargo, la explicación no ha convencido ni al bloque de la derecha ni a la mayoría de los aliados de investidura. El PP ha solicitado una modificación del orden del día del pleno de esta semana para incluir ya la comparecencia, pero el PSOE —con el apoyo de EH Bildu— se ha opuesto. Miguel Tellado (PP) calificó la situación de “huida” y acusó al presidente de “forajido” por esquivar el control parlamentario. Vox, ERC, Podemos, PNV y Junts respaldaron la propuesta del PP para adelantar la comparecencia.
Sumar, socio principal del Gobierno, ha mostrado incomodidad con el retraso, aunque manteniendo un tono más moderado. Su portavoz, Verónica Barbero, reconoció que los compromisos internacionales pueden dificultar una reorganización inmediata de la agenda, pero matizó que “no debería tardar tres semanas en dar una comparecencia que ha pedido el propio presidente y que la ciudadanía está esperando”.
Desde el PNV también han urgido a Sánchez a comparecer cuanto antes. Aunque rechazan que el PP marque la agenda política, consideran que la espera hasta mediados de julio es excesiva dada la gravedad del contexto político.