Los servicios de búsqueda reanudan la inspección de las aguas de Ceuta para comprobar si más inmigrantes fallecieron ayer al intentar cruzar a nado la frontera que separa la ciudad autónoma y Marruecos. Hasta el momento se han rescatado [[LINK:INTERNO||||||nueve cadáveres]].
El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, ha justificado el empleo de material antidisturbios en el asalto masivo de inmigrantes que se ha saldado con nueve muertos en la violencia empleada por los subsaharianos en su intento de entrar ilegalmente en España.
[[DEST:"Se usaron pelotas de goma pero nunca contra los inmigrantes, sólo con efecto disuasorio"]]
En rueda de prensa, ha detallado que en el transcurso de este incidente se ha tenido que hacer uso de dicho material antidisturbios, pero "nunca contra los inmigrantes". "En ningún momento se han utilizado armas de fuego pero sí pelotas de goma pero nunca a los inmigrantes, sólo con efecto disuasorio, y de hecho ningún inmigrante ha resultado herido.
También se han empleado armas de fogueo para que el ruido asustara a estas personas", ha señalado. Ha insistido en que este material "se ha lanzado al aire y en ningún caso contra las personas, además de que es imposible un enfrentamiento directo cuando de por medio hay una valla de seis metros de altura".
Durante su intervención, el delegado ha destacado la "agresividad" empleada por los subsaharianos que han intentado asaltar la frontera tras confirmar el hallazgo de nueve cadáveres, todos ellos ahogados.
Francisco Antonio González ha relatado que el primer acercamiento de los inmigrantes a la frontera se produjo a las 05:45 horas cuando la Guardia Civil detectó a través de las cámaras térmicas a un grupo de entre 200 y 250 personas que se acercaban al perímetro fronterizo.
A las 07:45 horas los inmigrantes llevaron a cabo el primer intento de entrada por el conocido "puente del Biutz", próximo a la frontera, siendo rechazados por las fuerzas de seguridad marroquíes. Tras este primer intento, los inmigrantes se dirigieron hacia la frontera terrestre del Tarajal, donde se produjo un segundo intento, también rechazado, y se cerró la frontera durante unos treinta minutos "para despejar la zona".