"Lo nuestro es el futuro. El lema del PSOE es el regreso al pasado", ha insistido Rajoy en su intervención en el acto del PP celebrado en la localidad alicantina de Finestrat a dos días de que convoque las elecciones generales del 20 de diciembre.
El jefe del Ejecutivo, en su segunda visita a la Comunidad Valenciana este mes, ha contrastado la actual situación económica de España con la que existía hace unos años, deteniéndose especialmente en la bajada del paro. Ante ello, ha subrayado que el país "está despegando" y "a las puertas de sus mejores años" siempre que se mantengan las mismas políticas.
En ese contexto, ha llegado a calificar de "moderada" su previsión de que en los cuatro próximos años se puedan crear dos millones de empleos. Rajoy ha insistido en la garantía que supone el PP porque ha dicho que siempre es este partido el encargado de liderar la recuperación tras la gestión de los gobiernos socialistas.
Ha sido entonces cuando ha recalcado que el PSOE es el pasado, algo que cree que queda patente cuando utiliza a "los mismos" que llevaron a España al borde de la quiebra. En concreto, sin citarlos explícitamente, se ha referido a Jordi Sevilla y Miguel Sebastián, ya que ha avisado de que han vuelto "el que iba a enseñar economía en dos tardes" y "el del déficit de la tarifa eléctrica".
"España no puede volver al pasado y debe seguir con los cambios de esta legislatura. El pasado vuelve a ser rescate, quiebra, amenazas, dudas e incertidumbres, y luego cuesta mucho enderezar las cosas", ha alertado. Rajoy, que ha garantizado que el PP va a dar la batalla y va a ganar las próximas elecciones, ha reiterado la necesidad de no caer en los errores de pasado que provocan la "ruina".
Para él, el verdadero cambio es el que se ha producido en España al reducirse el paro un 8 por ciento anual cuando antes subía al ritmo de un 9 por ciento al año. Pero ha insistido en que aún es necesario más logros y por ello cree que la garantía para ello es que el PP revalide su victoria. El presidente ha tenido palabras de elogio para la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig (que ha intervenido en el acto), y el expresidente Alberto Fabra, presente también y al que el jefe del Gobierno ha reconocido que le tocó "bailar con la más fea".
Ha recordado que el PP sigue siendo la primera fuerza política en España y en la Comunidad Valenciana como han demostrado las últimas convocatorias electorales que se han celebrado. "Luego han venido los pactos, acuerdos y chapuzas, pero el PP va a trabajar con intensidad para transmitir que lo que necesitamos a partir del 20 de diciembre es que siga el cambio producido en la economía. Esa es la clave", ha sentenciado.
Tras referirse al pacto de Gobierno de izquierdas en la Comunidad Valenciana ha señalado que los ejecutivos no deben generar problemas ni crear dificultades y ha deseado que los que han asumido esa responsabilidad en esta comunidad "sin haber ganado las elecciones", al menos no generen problemas.
En sus alusiones a cuestiones que preocupan a la Comunidad Valenciana se ha referido a la del agua para recordar que algunas cosas se han hecho estos años para solucionarlo, avanzar que hará otras antes de que acabe la legislatura y, en la próxima, espera que se alcance una solución definitiva al que ha dicho que es uno de los problemas más complejos que tiene España.
Isabel Bonig ha elogiado la gestión de Rajoy, ha acusado al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, de "no parar de llorar y lamentarse" y ha afirmado que ocupa ese cargo para actuar, por lo que, si "no sabe o no puede, que se marche".
Rajoy, quien llegó ayer tarde a Alicante, ha aprovechado la mañana para dar una larga caminata por el paseo marítimo de la capital y ha visitado en Finestrat a la Asociación de Mujeres de esta localidad, con las que ha colaborado en la preparación de una paella. Desde esta localidad, el presidente se ha desplazado a Calpe para dar un paseo por su centro histórico y visitar la Asociación de Moros y Cristianos.