Es lo que aseguran fuentes del Ejecutivo ante esa primera entrevista entre ambos, en la que, según ha manifestado hoy Puigdemont, espera de Rajoy "comprensión" hacia el proyecto soberanista.
No la va a haber, según las fuentes del Gobierno, que han explicado que el jefe del Ejecutivo va a trasladar personalmente al presidente de la Generalitat que él defenderá en todo momento la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad entre españoles vivan donde vivan.
"En este asunto no puede haber ningún acuerdo", señala el Gobierno al tiempo que precisa que, al igual que con el resto de presidentes autonómicos con los que se ha entrevistado, Rajoy dejará que su interlocutor le exponga sus planteamientos para después reiterarle su posición.
El Ejecutivo es consciente de que el acuerdo de gobierno que hizo a Puigdemont presidente de la Generalitat incluye una hoja de ruta que le tiene "atado de manos", y recuerda que Rajoy también tiene en la actualidad el condicionamiento de estar en funciones.
Por ello, desde el Gobierno se recalca que Rajoy no puede ofrecer mañana nada a Puigdemont más allá del diálogo institucional y, por tanto, no hay que sobredimensionar el contenido de un encuentro que puede servir para entablar una relación personal y política que pueda tener sus frutos en el futuro.
Fue la Moncloa la que se negó al deseo de la Generalitat de que la entrevista de mañana tuviera cerrada una agenda sobre los asuntos que se deberían tratar en ella, y defendió que se afrontará sin un orden del día cerrado.
En consecuencia, el Gobierno estima que se puede hablar de muchos temas y cree que, entre ellos, puede estar la situación económica en general y en Cataluña, los 23 puntos que el expresident Artur Mas trasladó a Rajoy en su reunión de julio de 2014, el Corredor del Mediterráneo o la situación de los refugiados.
Además, cree que el sentido común hace que no se planteen hablar con Puigdemont de acuerdo alguno en relación con la investidura del próximo presidente del Gobierno.
No obstante, se da por hecho que se abordará la situación actual a la espera de la ronda de contactos que mantendrá el Rey con los dirigentes políticos los próximos lunes y martes y que puede desembocar en la convocatoria de unas nuevas elecciones.