Comparecencia en el Congreso

Rajoy: "Estoy dispuesto a ceder en lo razonable pero no a derribar todo lo construido"

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado estar dispuesto a "corregir todo lo que merezca corrección, a mejorar todo lo que sea mejorable y a ceder en todo lo que sea razonable", pero ha advertido de que no está dispuesto a derribar lo construido ni a "traicionar" su proyecto político.

En su intervención en la jornada definitiva del debate de su investidura, ha explicado que no pide "un cheque en blanco", pero sí encabezar un gobierno que pueda gobernar.

"No escatimaré ni tiempo ni dedicación. Trabajaré cada día en la gobernabilidad", ha garantizado. Pero a renglón seguido ha precisado que diálogo no supone traspasar los límites que la realidad impone a todos ni líneas como la estabilidad presupuestaria.

Rajoy ha explicado que no pretende acceder al Gobierno para realizar cualquier clase de política. "No estoy dispuesto a derribar lo construido. Se puede mejorar, sin duda, pero no puedo aceptar su demolición. Que nadie espere que yo contribuya a lesionar la recuperación económica y la creación de empleo. No haré ese daño a los españoles", ha añadido.

También ha advertido de que no tiene ningún sentido liquidar todas las reformas. "Accedo al Gobierno para perseverar. No se puede pretender que gobierne yo y traicione mi propio proyecto político, que además fue el más apoyado por los españoles. No me pidan ni pretendan imponerme lo que no puedo aceptar", ha recalcado.

Rajoy, quien ha agradecido su apoyo a Ciudadanos y Coalición Canaria, ha advertido de que España no solo necesita una investidura, sino "un gobierno que esté en condiciones de gobernar, no de ser gobernado".

En ese sentido, ha advertido de que es contradictorio afirmar que España requiere un gobierno y no facilitar su actuación y ha argumentado que el voto de investidura no es un descargo de responsabilidad, sino un compromiso de futuro para todos.

"Hemos sobrevivido a 300 días de gobierno en funciones, pero no podríamos sobrevivir a un gobierno que no gobierne porque le faltaran apoyos o le sobraran obstáculos. El precio -ha añadido- sería ruinoso".

En consecuencia, ha interpretado que votar a favor de la investidura implica comprometerse e intentar construir y, en ese contexto, ha recalcado que no es razonable gobernar sin presupuestos y todo el mundo debe ser consecuente.

"Carece de sentido proclamar que se va a facilitar que España tenga un gobierno si no se está dispuesto a dotarlo de su principal herramienta de trabajo", ha añadido. Rajoy ha explicado que ha hecho todas estas advertencias para que nadie se llame a engaño. "No pido la luna. Pido un gobierno previsible, lo cual significa -ha explicado- que sus grandes líneas sean conocidas desde el principio, que anuncie de antemano lo que va a ocurrir y, especialmente, lo que no va a ocurrir, para que todo el mundo sepa a qué atenerse".

El líder del PP ha señalado que quien piense que las mayorías absolutas son perjudiciales, debiera ser el primero en hacer ver que los políticos españoles son capaces de ponerse de acuerdo por encima de intereses partidarios.