Según publica 'El Confidencial', en el informe, la Policía explica que la familia actuó durante décadas como una mafia y que aunque la gestión estaba en manos del primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, el resto de miembros prestó su voluntad para llevar a cabo los delitos.
Además, también cuenta que las redes del grupo se extendieron a personas del entorno como familiares o las parejas de los hijos del expresidente.
El informe recoge también cómo se benefició Convergència Democràtica de Catalunya de la actuación de la organización.
Pujol Ferrusola prestó sus propias cuentas en Andorra, suministradas con comisiones ilícitas para financiar campañas electorales del partido.
El mayor de los Pujol favoreció también la concesión de préstamos por importes de más de 2.200.000 euros, mientras una parte importante de lo recaudado se lo quedaba para sí.