El Ministerio marroquí de Interior, que calificó a esa célula de "peligrosa", explicó en un comunicado que los detenidos se encontraban "bajo la influencia de las publicaciones de esa organización terrorista (Daesh) y planeaban atentar en esa ciudad contra personas y propiedades", sin dar más precisiones.
Añadió que los servicios de seguridad se incautaron durante las intervenciones para arrestar a los acusados de una cantidad indeterminada de armas blancas, un uniforme de camuflaje militar, aparatos electrónicos y manuscritos yihadistas.
Entre el día 14 y el 23 de este mes, la Policía marroquí desarticuló otra célula terrorista compuesta por 17 personas en diferentes ciudades del país, y que poseían municiones y productos que sirven para la fabricación de explosivos.
Según el Ministerio de Interior, los miembros de aquella célula tenían planeado "cometer atentados muy peligrosos contra lugares sensibles tras haber recibido instrucciones de un colaborador en una de las filiales del Daesh".
La prensa local ha precisado que ese grupo yihadista tenía planeado asesinar a responsables políticos marroquíes y atentar contra la sede del Parlamento y la televisión pública marroquí 2M, considerada la más "liberal" de las televisiones en el país.
Marruecos no ha sufrido ningún atentado terrorista desde mayo de 2011, antes de que estallara la guerra en Siria y se formase el Daesh.
Los desmantelamientos de supuestos comandos terroristas son frecuentes en todo el territorio, y son llevados a cabo por el Buró Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ), un organismo policial antiterrorista creado en 2015 y que desde su fundación ha logrado desarticular una cincuentena de supuestas células terroristas.