A menos de cinco meses las elecciones autonómicas, y con todas las encuestas a la baja, el que es uno de los cofundadores de Podemos ha decidido desafiar a la dirección de Podemos y al secretario general, Pablo Iglesias, al plantear una nueva plataforma electoral, sin la marca del partido y con sus propias primarias, en contra de la hoja de ruta aprobada hace meses.
Desde aquel 17 de enero de 2014 en el que Errejón acompañó a Iglesias en la presentación pública de la nueva formación morada, --que entonces se presentó como un "proyecto", y no un partido al uso, para desbancar a la "casta" y los poderosos--, han cambiado muchas cosas, y una de ellas es precisamente la relación entre los dos dirigentes.
Los dos profesores universitarios que arrancaron esta aventura como amigos se fueron distanciado desde que en marzo de 2016 Iglesias decidiera destituir al entonces secretario de Organización Sergio Pascual, quien era uno de los principales colaboradores de Errejón, acusándole de estar detrás de la crisis del partido en la Comunidad de Madrid, que a día de hoy sigue más abierta que nunca.
La Asamblea de Vistalegre II de febrero de 2017 terminó de romper la relación entre Iglesias y Errejón, después de que el diputado decidiera presentar su propio proyecto estratégico contra el del líder. Su apuesta no tuvo éxito, y la derrota le llevó a perder su condición de 'número dos' y su influencia a nivel orgánico y estratégico.