Así es la fase de transición que prepara el Gobierno para regresar a la normalidad tras el confinamiento

En vista de los últimos datos y de las opiniones de los expertos, Pedro Sánchez dijo que estos nuevos 15 días de estado de alarma eran los que necesitaba el sistema sanitario español para descongestionarse, al haber llegado ya al pico de contagios y que, por tanto, en las próximas semanas comenzaría la segunda fase de la epidemia: el doblegamiento de la curva. En este sentido, pidió a la gente mantener la tensión porque una relajación antes de tiempo tendría un resultado "mucho peor" al desencadenar una segunda ola de contagios.

La segunda fase de la epidemia, por tanto, entraría en vigor en el momento en que la curva de contagios empezase a descender y se establecería un regreso progresivo hacia una nueva normalidad social y hacia la reconstrucción de la economía.

Pero, ¿cuándo comenzaría esta fase? Sánchez anunció que las medidas excepcionales durarían más de 15 días anticipando así que el fin del estado de alarma no vendría acompañado del levantamiento de las restricciones de confinamiento, sino que sería una vuelta progresiva a la normalidad. El Gobierno y el comité de expertos tienen que analizar la evolución de la pandemia pues todo depende de cómo vayan evolucionando las cifras de contagios, fallecimientos y hospitalizaciones.

Por eso, piensan a medio plazo y trabajan desde hace semanas con un equipo formado entre otros por epidemiólogos y tecnólogos en ese plan para reanudar la actividad económica y social. Dicho plan incluye medidas de higiene tanto personales como colectivas, medidas sanitarias de detección del virus e iniciativas tecnológicas de control y seguimiento de la epidemia.

Medidas de detección y aislamiento de asintomáticos

La portavoz de Sanidad, la doctora María José Sierra, ha explicado en qué consiste esa fase de desescalada o transición y qué medidas se aplicarán a la población para evitar un rebrote de la epidemia: "Serán fundamentales y nos permitirán pasar de la situación de distanciamiento social a esta de transición".

Las medidas se dividen en dos: detección precoz de todos los casos y aislamiento de los mismos, lo que implicaría hacer test masivos a la población y aislar a aquellas personas que den positivo.

Sobre los test, la doctora Sierra ha explicado que primeramente se haría la prueba a aquellos que comiencen con síntomas para detectar la enfermedad de manera precoz y que sean aislados.

Después, se pondrían en marcha otros test para detectar anticuerpos, es decir, para ver quién ha pasado la enfermedad y por tanto tiene inmunidad: "Estamos trabajando en ambas líneas para ver nuestra capacidad de ponerlo en marcha. Se van a iniciar ya estudios en la población sobre anticuerpos para ver la inmunidad a la enfermedad", anuncia.

No obstante, todo depende de la capacidad del país para disponer de un número masivo de test. El Gobierno ya trabaja para aumentar esa disponibilidad, tal y como ha anunciado el ministro Salvador Illa.

Por lo pronto, se han empezado a repartir un millón de test de diagnóstico rápido entre las comunidades autónomas que serán recibidos este lunes. Estos test complementarán a los otros y se usarán para hacer un cribado en aquellos lugares con un número alto de casos, como hospitales y residencias.

Con respecto a las medidas de aislamiento, el Gobierno ha pedido a las comunidades un listado de infraestructuras para aislar a pacientes asintomáticos. El objetivo es garantizar ese aislamiento porque, según explica Sanidad, a veces este no se puede cumplir debidamente en los domicilios.

El Ministerio explica que las comunidades tendrán que entregarlo antes del viernes y que serán infraestructuras "públicas o privadas para poder facilitar a los ciudadanos que lo deseen el aislamiento".

Asimismo, el Ejecutivo asegura que se está estudiando si la medida será voluntaria u obligatoria para la población. Interior afirma que aún no se ha decidido si esta medida será necesaria y que una "voluntariedad manifiesta sería factible", pero que si no, "se estudiarían todas las posibilidades legales porque el principio fundamental es garantizar la salud pública".

¿Uso generalizado de mascarillas?

Por su parte, Sanidad tampoco ha confirmado que se vaya a recomendar el uso generalizado de mascarillas entre la población aunque sí ha admitido que estas son otro de los aspectos fundamentales en esa fase de desescalada, aparte de las ya mencionadas.

Las mascarillas ayudan a que la gente que pueda estar infectada no contagie a los demás y permiten que la fase de transmisión del virus no sea eficaz: "Las estamos estudiando muy seriamente para esta segunda etapa y cuando tengamos definido el escenario, lo comunicaremos", han dicho después de reconocer que hubo un cambio de recomendación de la OMS a este respecto.

En todo caso, Salvador Illa sí ha asegurado que el Gobierno "no exigirá nada que no se pueda cumplir" y que siempre que se ponga una exigencia contará con que haya capacidad de ejecutarla.

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