Este martes el Gobierno ha destituido a Paz Esteban como directora del CNI por el escándalo del espionaje con Pegasus. La que fuera nombrada como primera mujer al frente de los servicios secretos españoles ha sido también la primera cabeza de turco en lo que al presunto caso de espionaje se refiere.
Al frente del organismo la sustituirá Esperanza Casteleiro, mano derecha de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, y con casi 40 años de experiencia en el CNI. Robles ha manifestado que más que una destitución, se trata de una "sustitución", pero las reacciones en torno a este hecho no han tardado en llegar.
Arturo Pérez-Reverte ha sido de los primeros en reaccionar a este nuevo nombramiento acusando directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y calificándole como un "pistolero implacable". El escritor ha escrito en su cuenta de Twitter que le "fascina como mata Sánchez. Su frialdad de pistolero implacable. Uno tras otro van cayendo a su alrededor mientras se protege tras los cadáveres. Lo más grave será cuando ya no le queden víctimas o instituciones que interponer. Entonces estaremos desnudos y a la interperie".
La oposición acusa a Sánchez de entregar el CNI a los independentistas
El líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo también se ha mostrado muy crítico con el presidente del Gobierno tras la "sustitución" de Paz Esteban al frente del CNI. Califica lo ocurrido como "esperpento" y le acusa de ofrecer su cabeza a los independentistas "para buscar su supervivencia". "Es una auténtica afrenta a nuestro país. Injustificable", ha escrito tajante, Feijóo.
También la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha cargado contra el presidente Sánchez por fulminar a la directora del CNI "para contentar a sus socios separatistas". Además, califica de "vergonzoso" que Rufián y Otegi decidan quién controla los servicios de inteligencia españoles y ha pedido la dimisión del gobierno en bloque.
La otra cara de la moneda ha llegado de parte de los independentistas. Ha sido el propio Gabriel Rufián el que ha apelado al "sentido común" recordando que "se han espiado ilegalmente tres de los teléfonos móviles más sensibles y protegidos del país".