Pamplona se viste de blanco y rojo y el encargado de lanzar el mítico chupinazo ha sido el presidente de Cruz Roja en la capital navarra, Mikel Martínez, que desde el balcón principal del Ayuntamiento ha gritado el "¡Viva San Fermín!".
En este acto de lanzamiento del cohete de fiestas, para el que se anuncia |||los incidentes ocurridos en 2013, cuando el despliegue de una gran ikurriña obligó a retrasar el chupinazo unos veinte minutos.
Este año se ha querido hacer en Pamplona especial incidencia en el objetivo de la erradicación de las agresiones sexuales durante las fiestas y, para ello, catorce medios de comunicación de Navarra respaldan una campaña municipal para la celebración de [[LINK:INTERNO||||||unos sanfermines libres de violencia machista]].
En su tradicional bando de fiestas, el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, ha apelado al "sentido cívico de los pamploneses y visitantes y en su colaboración para el buen desarrollo de las fiestas". Los sanfermines de este año tienen un presupuesto de 2,4 millones de euros, de los que 952.000 se destinan a festejos, una cifra similar a la de 2013.
En total, el programa oficial consta de 443 actos, aproximadamente uno cada media hora, aunque es la fiesta espontánea en la calle la verdadera protagonista de los sanfermines. Del total de actos programados entre el 6 y el 14 de julio, 320 (un 72 %), son de carácter musical (conciertos, verbenas, bandas de música, alardes o festivales de danza), 76 son infantiles, 30 taurinos, 9 institucionales y 8 de deporte rural.
Entre ellos, uno de los de mayor éxito y participación ciudadana es el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, que cada noche reúne en las inmediaciones de la Ciudadela de Pamplona a miles de personas, que pueden votar a la mejor de las nueve colecciones pirotécnicas.