En declaraciones a los medios tras un desayuno informativo en Toledo, García-Page ha señalado que como presidente de una comunidad autónoma con ciudadanos que tuvieron que marcharse a Catalunya a ganarse la vida, va a tener una actitud "mucho más respetuosa" con el que será presidente de Catalunya, "que la que ha venido teniendo él desde una perspectiva casi racista".
"Si en lugar de él fuera cualquier ciudadano del mundo metiéndose como lo ha hecho con otros ciudadanos, aunque no fueran del mismo país, estaríamos pidiendo que rectificara, cuanto más si se pretende tener un cargo constitucional al amparo de la Constitución y con el nombramiento del Rey", ha argumentado.
El presidente castellano-manchego no cree que Torra tenga el encargo de normalizar la situación institucional en Catalunya y, bajo su punto de vista, es "evidente" que hay una "trastienda" en la política catalana y se está viviendo desde hace años una "parodia bastante patética que pone patas arriba el manual de uso político de un país democrático".
No obstante, le ha advertido que lo que se va a encontrar enfrente es una "unidad rotunda" de todas las instituciones democráticas y todos los partidos que creen que la Constitución va por delante. "A estas alturas estamos curados de espanto y creo que los independentistas saben dónde está el precipicio", ha añadido.
"Puesto que hemos conseguido que no se terminen de tirar a él, inevitablemente va depender mucho de ellos y de su raciocinio el poder encontrar vías de dialogo porque nosotros tenemos un manual de entendimiento que está blanco sobre negro: La Constitución", ha concluido.