Leire Díez Castro, militante socialista y ex alto cargo en empresas públicas, se encuentra en el centro de la tormenta política tras la filtración de audios y documentos que la vinculan con maniobras para obtener información sensible sobre investigaciones policiales que afectan a altos cargos del PSOE.
El partido, sin embargo, asegura que no tiene "nada que ver" con las actividades de Díez, conocida en círculos internos como la "fontanera", persona que en la sombra dentro de los partidos políticos o gobiernos, encarganda de tareas discretas, estratégicas y a menudo sensibles, de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE.
Estrategias y presiones: los audios que sacuden Ferraz
La controversia estalló tras la difusión de grabaciones en las que Díez, en conversaciones con empresarios y abogados, reclamaba información comprometedora sobre el teniente coronel Antonio Balas Dávila, jefe del Departamento de Delincuencia Económica de la UCO.
"Necesito a Balas. ¿Vale? Así de claro. Necesito a Balas", llegó a decir Díez al empresario Alejandro Hamlyn, investigado por fraude en el escándalo de los combustibles de 2019.
En dichos encuentros, en los que también participaron el empresario Javier Pérez Dolset y el abogado Jacobo Teijelo, Díez habría ofrecido a Hamlyn sentarse con la Fiscalía e incluso con la Abogacía del Estado, sugiriendo posibles beneficios judiciales a cambio de información comprometida.
Un padrenuestro contra el PP y una trayectoria polémica
La figura de Díez no es nueva en la controversia política. Según destapó el diario 'El Español' en 2013, publicó en su blog personal un "padrenuestro" satírico y laico dirigido al Partido Popular:
"PP nuestro, que estás en el gobierno, sacrificado ha sido el país, venga a nosotros tu miseria moral, hágase tu repugnante fascismo, en nuestros cuerpos y en nuestras aulas, nos quitas el pan de cada día para cebar cerdos, y pretendes que te alabemos, nosotros jamás olvidaremos a los que nos ofenden, y caeremos en la tentación, de librarnos de vuestro mal. Amén", expresó .
Su llegada a la política local fue también polémica, tras unas elecciones en Vega de Pas, Cantabria, marcadas por un inusual aumento del voto por correo y acusaciones de "pucherazo" por parte del entonces alcalde regionalista, Víctor Gómez.
"Me robó las elecciones. Disparó el voto por correo al 20%, confesó a La Razón el candidato a las elecciones locales del pueblo que cuenta con una población inferior a mil habitantes.
El PSOE se desmarca, pero la militancia es incuestionable
El Gobierno ha negado cualquier vinculación con Díez Castro y rechaza que actuara en nombre del partido, según confirmó ayer la portavoz socialista Esther Peña. Sin embargo, la militancia de Díez está fuera de duda: ha ocupado cargos como teniente de alcalde de Vega de Pas y ha trabajado en empresas públicas como Enusa y Correos, siempre manteniendo una relación de proximidad con figuras como Santos Cerdán, José Luis Ábalos o Patxi López.
En las últimas horas han aparecido numerosas imágenes de Díez junto a grandes cargos del partido como Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero, Miquel Iceta, Patxi López, Alfredo Rubalcaba o Adriana Lastra, y algunas personalidades como la mujer del líder del Ejecutivo, Begoña Gómez, quién está siendo investigada actualmente por su vínculo en el rescate de Air Europa.
Reacciones políticas y consecuencias
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al PSOE de emplear "cloacas" y ha anunciado que su partido estudia acciones legales contra Díez. Por su parte, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y figura fuerte del Partido Socialista, ha reclamado explicaciones a la dirección socialista y ha advertido sobre la cercanía de responsables del partido a figuras como Víctor de Aldama y Koldo García, implicados en tramas de corrupción.
Mientras tanto, asociaciones de la Guardia Civil han denunciado una campaña para "manchar la imagen" de la UCO. A todo esto hay que sumarle la reciente dimisión de Rafael Pérez, mano derecha de Marlaska en Interior y salpicado por el caso Koldo, ha añadido más presión al Ejecutivo en un momento de caos y de un grave empeoramiento de la imagen de la agrupación política.