Juicio en el TSJC

Artur Mas asume la "iniciativa política" del 9N, pero niega "ánimo de desobedecer" al TC

El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asumido este lunes toda la "iniciativa política" en el 9N, que en su opinión no obedeció a un "capricho" sino a un "mandato del Parlament", y ha negado que el Govern tuviera "ánimo de desobedecer" al Constitucional cuando mantuvo la consulta tras su suspensión.

ondacero.es

Madrid | 06.02.2017 11:03

Artur Mas
Artur Mas | antena3.com

En el juicio que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia por Cataluña (TSJC) por la consulta del 9N, Artur Mas, que se ha acogido a su derecho a no contestar a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación popular, ha aducido que tras la suspensión del TC la consulta cambió de "formato", de forma que la administración catalana "ya no era directamente responsable" en su organización, pese a darle "apoyo".

En respuesta al interrogatorio de su abogado, el expresident ha proclamado que el "proceso participativo del 9N", cuya ejecución -ha insistido- quedó en manos de voluntarios tras la suspensión, "no fue un capricho individual, una salida de tono, una boutade de última hora", sino el cumplimiento de un "mandato parlamentario" tras unas elecciones democráticas que nadie impugnó.

Ha argumentado que el Govern no tenía "ánimo de desobedecer" al Constitucional, al permitir que la consulta se desarrollara, y ha recordado que el ejecutivo nunca recibió una advertencia "clara" del TC de las responsabilidades en que podía incurrir de mantener la consulta de independencia, tras la suspensión.

En ese sentido, ha argüido que ninguna autoridad del Estado adoptó iniciativa alguna para impedir que se celebrara el 9N, ni la Fiscalía -que el día de la consulta tenía de guardia al mismo fiscal del caso, Emilio Sánchez-Ulled- ni el propio Constitucional.

Mas ha asumido ante el tribunal toda la "iniciativa política" en el 9N, cuyo objeto era a su parecer "plenamente democrático y legal", y ha afirmado que las exconselleras, Joana Ortega e Irene Rigau, que afrontan nueve años de inhabilitación, se limitaron a seguir las "directrices" que él mismo marcaba.

Tras insistir en que la Generalitat disponía de una ley emanada del Parlament que amparaba la consulta, Mas ha precisado que una vez el TC la suspendió "difícilmente la administración la podía hacer con suficientes condiciones y garantías", por lo que se hizo un llamamiento a voluntarios para que asumieran su organización.

"La transformamos en otro tipo de consulta, no organizada por la administración, pero con el concurso de 42.000 voluntarios", ha recalcado Mas, que ha aducido que tras la suspensión había incluso una "imposibilidad material" de detener un 9N ya en marcha.

Por ese motivo, ha explicado, el Govern decidió "cambiar el formato" del 9N, manteniendo la pregunta acordada y "sin renunciar al objetivo final", pero con un "sistema de garantías" que, a su parecer, "se cambió de una forma sustancial".

"No se trataba de una consulta para tener vinculaciones legales, solo para conocer la opinión de la gente", ha añadido Mas, tras lamentar sus infructuosos intentos de llegar a un "acuerdo" con Mariano Rajoy para que permitiera preguntar a los catalanes por su futuro.

Según el expresidente catalán, una vez la Generalitat decidió cambiar el formato del 9N "se nos dejó solos desde un punto de vista político", lo que dio "sensación de aún mayores dificultades", pero el Govern decidió ser fiel a su "compromiso" y seguir adelante con la consulta.

"Estábamos tan comprometidos que queríamos que saliera bien, queríamos canalizar un clamor popular y ese era nuestro norte y nuestro propósito, proveer la base logística y participativa del 9N", ha destacado.

Haciendo suyo uno de los argumentos con que la Fiscalía Superior de Cataluña se opuso inicialmente a una querella por el 9N porque nunca hubo un apercibimiento al Govern, Mas ha defendido que la suspensión de la consulta por parte del TC era "imprecisa" y no fue acompañada de una advertencia clara sobre las responsabilidades penales en que se podía incurrir en caso de mantener la votación.

Ha recalcado que el TC dio la callada por respuesta incluso cuando la Generalitat, tras la suspensión, le pidió por escrito que aclarara el alcance de su orden, pese a que el ejecutivo autonómico esperaba que el alto tribunal se reuniera con tanta celeridad como lo hizo cuando el Gobierno central presentó recurso contra la consulta.

"El 9N no recibimos ninguna respuesta, ninguna, a nuestra voluntad de aclarar qué debíamos suspender y qué no", ha protestado.

Mas ha señalado también la "ridiculización, menosprecio y mofa" con que el Gobierno central se refirió a la consulta del 9N en los días previos a la celebración de la consulta: "se consideraba una cosa secundaria, menor, intrascendente", añadido.

"El presidente Rajoy hizo afirmaciones públicas donde decía que lo que habría en Cataluña el 9N no era ni referéndum, ni consulta, ni nada que se le pareciera y que no tendría ningún efecto. ¡Y lo dijo el presidente del Gobierno español!", ha exclamado.