Rajoy se ha pronunciado de esta forma en el pleno del Senado al ser preguntado por el diputado socialista Vicente Alberto Álvarez sobre las medidas que piensa adoptar el Gobierno para revertir "el aumento de la desigualdad" en España.
El jefe del Ejecutivo ha comentado que desde febrero de 2014 (cuando -ha dicho- comenzaron a producir efecto las políticas económicas del Gobierno) la afiliación a la seguridad social ha aumentado en más de un millón y medio de personas.
Esa afiliación de empleo -ha proseguido- ha llevado a un aumento de la recaudación y las dos cosas juntas, a un periodo de reducción de la desigualdad, que "hoy todavía continúa", según indican "todos los índices nacionales e internacionales".
Por ello, a su juicio, en el futuro hay que seguir trabajando para continuar aumentado el empleo y la recaudación, y para mejorar las políticas sociales.
Todo ello para acabar con cifras como las que se produjeron durante la crisis, que hizo que perdiéramos casi el 10% del PIB, que más de tres millones de personas perdieran su empleo y que las administraciones públicas perdieran 70.000 millones en recaudación.
"Ahí esta el origen de nuestros problemas", ha insistido Rajoy, quien ha considerado que estos "males" trajeron otros, como el aumento de la desigualdad y la amenaza de pobreza y exclusión social, a la que su Gobierno -ha señalado- les hizo frente con una política económica basada en tres pilares: reformas estructurales, control del gasto público y la fijación de prioridades.
Estas políticas han dado resultado tras cinco años de crecimiento negativo, según Rajoy, quien ve imprescindible coordinar las políticas asistenciales en España.
Álvarez se ha mostrado convencido de que, a pesar del crecimiento del PIB, la desigualdad y la pobreza se han incrementado durante su Gobierno y ha advertido de que "el fundamento del malestar social que existe en España es la desigualdad".
Y ésta se ha producido, según sus palabras, por "los recortes en los servicios públicos básicos y la devaluación salarial, fruto de la reforma laboral que provocó una gran precarización del empleo, que afectó a los que tenían salarios mas bajos".
Para los socialistas es una prioridad atajar la desigualdad en la distribución de las rentas y la redistribución de la riqueza, bajar los altos índices de población en riesgo de pobreza.
Para ello, además de crear empleo, sería urgente crear un ingreso mínimo vital como nueva prestación no contributiva de la seguridad social destinado a hogares sin ingresos o en situación de vulnerabilidad.
También lo sería extender la protección por desempleo y recuperar el subsidio para los parados mayores de 52 mayores hasta que encuentren trabajo o lleguen a la pensión de jubilación.