LA DENUNCIA PARTIÓ DEL CNI

Margarita Robles confirma que España se quejó a EEUU por la filtración de información reservada

La ministra de Defensa subraya que el asunto de la filtración de información reservada no afectará a las relaciones entre España y EEUU.

 Qué ha pasado en el CNI: el escándalo de espionaje y filtración de información clasificada a Estados Unidos 

EFE

Madrid | 07.12.2023 19:20

Imagen de archivo de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Imagen de archivo de la ministra de Defensa, Margarita Robles. | EFE/ Zipi

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado que España trasladó "en su momento" a Estados Unidos las quejas por la filtración de información reservada a ese país por parte de dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), si bien ha asegurado que esto "en ningún caso" afecta a las relaciones bilaterales.

En declaraciones a los medios desde la base militar de El Goloso, en Madrid, Robles ha confirmado la información adelantada este jueves por El País respecto a que los Ministerios de Defensa y de Exteriores protestaron tras descubrir que dos agentes del servicio secreto español fueron sobornados para facilitar información clasificada a Estados Unidos.

"Se trasladó en su día, en su momento, las quejas por parte de España", ha asegurado la ministra, quien ha señalado que, no obstante, "en ningún caso afecta al núcleo fundamental de las relaciones entre dos países que son aliados y amigos".

Dos agentes del CNI fueron detenidos por una supuesta revelación de secretos al haber filtrado información reservada a Estados Unidos. Uno de ellos está en prisión, mientras que el otro fue puesto en libertad con medidas cautelares.

La ministra ha recordado que la denuncia partió del propio CNI tras detectar que se estaban realizando unas conductas irregulares que podían ser constitutivas de delito.

Los funcionarios del CNI están siendo investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión.

Los hechos se remontan a finales de septiembre aunque no se han conocido hasta esta semana y el caso se encuentra bajo secreto por orden del juez que los investiga.