Así lo ha manifestado Manuel Cobo en la comisión de investigación por corrupción en la Asamblea de Madrid que aborda el caso de supuesto espionaje a cargos políticos del PP regional durante los años 2008 y 2009.
Para Cobo los seguimientos no se produjeron porque existiera una guerra dentro del partido, sino porque considera que algunas personas en política "se creen impunes" en la gestión, ante los medios o en su vida privada.
Además, ha señalado que, a juicio, no solo hubo espionaje a rivales políticos o adversarios dentro del partido, sino también en temas personales.
"Siendo muy grave utilizar instrumentos públicos para enterarte, espiar o seguir a un adversario, al final fue bastante casposo y cutre", ha dicho Cobo, y ha añadido que no considera que fuera "tan importante si comía con alguien de izquierdas o con un periodista no muy próximo a los que me ordenaban espiar".