El pasado lunes, el Gobierno anunció las nuevas medidas del Plan de Ahorro Energético que se va a poner en marcha en los próximos días para afrontar el objetivo de reducción del consumo de gas del 7% solicitado por la Unión Europea ante el temor de un posible corte de suministro del gas ruso durante el invierno.
Entre las medidas más polémicas se encontraba un control de temperatura para edificios administrativos, comerciales y de afluencia pública, que tendrán que mantener el termostato en un máximo de 19 grados en invierno y un mínimo de 27 grados en verano. Entre los edificios afectados por estas medidas se encuentran los hoteles, restaurantes, centros comerciales, estaciones de tren y autobús o aeropuertos.
No obstante, como explicó la Vicepresidenta Tercera y Ministra para la Transición Ecológia, Teresa Ribera, se aplicarán excepciones en lugares en los que las condiciones sean necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores y los que justifiquen la necesidad de tener unas determinadas condiciones ambientales.
Entre estos lugares se encuentran centros sanitarios, educativos, peluquerías y gimnasios. Tampoco será aplicable en el interior de trenes, aviones o barcos, ni en las habitaciones de los hoteles, que son de regulación privada.