Las disculpas se producen después de que ETA haya pedido, en un comunicado, "perdón" a las víctimas que no tuviera una "participación activa" en lo que continúan llamando el "conflicto".
Los obispos de Euskadi, Navarra y Bayona piden perdón en un comunicado en el que reconocen que no todos dentro de la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos.
En el texto, los obispos consideran que la disolución de ETA ofrece nuevas posibilidades que todos deben aprovechar para la normalización.
También defienden que es el momento de atender las peticiones de los familiares de los presos y recalcan que es "importante" el acercamiento sin que las víctimas se sientan humilladas.