Desde Twitter, el propio Sànchez ha reivindicado su derecho a tomar parte de esta ronda de consultas con Felipe VI: "Por respeto a las reglas de juego democrático y a la ciudadanía, no hay motivo para excluirme. Iré sin resentimiento ni reproches, pese a los casi 600 días en prisión. Iré para ofrecer diálogo a partir del que defendemos: la autodeterminación y la república".
En cambio, desde ERC no hay intención de enviar a su presidente y diputado en el Congreso, Oriol Junqueras, a estos encuentros con el Rey. Así lo ha defendido su diputado en el Congreso Gabriel Rufián,
que ha recalcado que los republicanos no reconocen a Felipe VI "como interlocutor".
"No iremos a ver a ningún rey. No lo hicimos cuando no quiso recibir a nuestra compañera encarcelada y legítima presienta del Parlament Carme Forcadell y no lo haremos ahora tras el miserable discurso del 3-O que legitimaba la violencia del 1-O", ha señalado. En paralelo, el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que evite a la Casa Real "el escarnio" de tener que recibir como representante de JxCat en la ronda de consultas a Jordi Sànchez.
"Ningún gobierno puede someter a la Jefatura del Estado, que atodos los españoles representa, a la humillación que supone recibir en el Palacio de la Zarzuela a un preso por haber roto la legalidad e, incluso, la Constitución", ha defendido Pablo Casado, durante un
acto de campaña electoral del Partido Popular de Canarias.