Durante el juicio del 'procés'

Millo dice que Puigdemont nunca quiso dar marcha atrás y que la DUI nunca fue simbólica

El exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha comparecido en el Tribunal Supremo durante el juicio del 'procés' para explicar que el expresidente catalán, Carles Puigdemont, nunca quiso dar marcha atrás, que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) nunca fue simbólica y que hubo continuos actos de hostigamiento a los no independentistas.

Eva Llamazares| @eva10diez

Madrid | 05.03.2019 14:22 (Publicado 05.03.2019 14:21)

El exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha comparecido en el Tribunal Supremo durante el juicio del 'procés' para explicar los contactos que tuvo con el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para intentar que la situación no acabara mal. Millo ha dicho que él buscaba puntos de diálogo, pero que a Puigdemont sólo le interesaba hablar de la convocatoria de un referéndum de autodeterminación.

"Le dediqué mucho esfuerzo a que Carles Puigdemont abandonara aquel planteamiento suicida que iba a generar problemas de convivencia", ha dicho durante su comparecencia.

Hubo un último contacto antes de que hubiera fecha para el referéndum y Millo lo volvió a intentar, pero "no había marcha atrás".

"Me dijo que él iba a convocar el referéndum y que después seguiríamos hablando. Yo le contesté que eso no era posible y que si lo hacía pondría un punto de inflexión prácticamente irreversible que, de ninguna manera, podría llegar a buen puerto", ha declarado.

El exdelegado del Gobierno también ha relatado el clima de acoso y hostigamiento a los agentes y comitivas judiciales que generaron las instituciones, entidades y movimientos independentistas llamando a la movilización contra los supuestos ataques desde el Estado.

"El mundo al revés", que provocó una situación de "conflictividad" y de "violencia".

Con mucha precisión y detenimiento, Millo ha descrito muchas de las 150 acciones que él registró con componentes violentos, de hostigamiento, agresividad, amenazas, pintadas o ataques a personas.

"No es muy pacífico amenazar personalmente o señalar a agentes policiales que viven en Cataluña y que tienen su familia allí, que llevan a sus niños al colegio y que están integrados socialmente", ha dicho.

También ha dicho que, aunque no se puede generalizar, tampoco se puede negar que los CDR son violentos. Los lemas 'No saldrán hasta que no queramos' o 'Vamos a defender las instituciones' es "el mundo al revés", según Millo.

Sobre la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), ha dicho que "nadie creía que fuera una broma" porque una parte minoritaria de la población pensaba que se iba a convertir en una república independiente y otra parte mayoritaria estaba muy preocupada por que eso pudiera ser así, de modo que la sensación general era de que esto "iba en serio".

También ha defendido la actuación "ejemplar" de policías y guardias civiles que lidiaron con una situación "difícil" el 1-O.

Por ello, quiso saber en primera persona cómo estaban después y se encontró con testimonios "estremecedores".

"Pude ver lesiones, dedos rotos, fracturas de pierna y un chaleco antibalas rajado. También me contaron la trampa del Fairy, vertieron detergente a la entrada del colegio para que los agentes cayeran al suelo y les pudieran patear la cabeza", ha dicho. para que los agentes cayeran al suelo y les pudieran patear la cabeza", ha dicho.