líder de Más País

Íñigo Errejón desvela el "desgaste emocional" al que le sometió Pablo Iglesias y los motivos de su marcha de Podemos

Íñigo Errejón narra en el libro, 'Con todo. De los años veloces al futuro', su trayectoria política, desgrana sus inicios en la formación morada y narra cómo Pablo Iglesias le sometió a un desgaste emocional que provocó su salida de Podemos.

ondacero.es

Madrid | 23.09.2021 10:13

Íñigo Errejón
Íñigo Errejón | Agencia EFE

El líder de 'Más País' describe en su libro 'Con todo. De los años veloces al futuro', -donde narra en primera persona su trayectoria política y desgrana sus inicios en la formación morada hasta la decisión de abandonarla para formar primero Más Madrid y después el proyecto nacional Más País-, que tras el conflicto interno de 2016 llegó un "estalinismo cuqui" con Echenique como 'número tres' de la formación morada.

El diputado relata en su libro de forma cronológica las primeras diferencias internas, el surgimiento de un lenguaje "bélico" y las pugnas internas, donde las armas son "dimisiones", "gestoras" y "votaciones en el grupo para cambiar liderazgos".

Íñigo Errejón, describe en su nuevo libro que la Ejecutiva de Podemos derivó en una estructura "caudillista" con una "corte" de dirigentes en torno al exlíder Pablo Iglesias y está convencido de que el objetivo último de la candidatura en Madrid, tras varios episodios de desencuentros, era "enterrarle" en el plano político.

Se levantaba con "arcadas" los días que tenía reunión con Pablo Iglesias en la sede de Podemos

Además, Errejón relata que, cuando empezó a distanciarse de Pablo Iglesias, se levantaba "con arcadas" cuando se reunía la Ejecutiva del partido. "Llegó un día en el que el camino es una espiral descendente de mierda. Las ejecutivas eran los lunes. Del tiempo que pasé en América Latina se me jorobó el estómago. Pues me levantaba cada lunes con arcadas. Tenía auténtico rechazo físico a ir a la sede", admite.

El diputado de Más País en el Congreso describe cómo vivió el crecimiento de Podemos y su relación con Pablo Iglesias, del que detalla que en 2014 ya un "ídolo de masas" y que requirió ayuda para poder afrontar toda la tarea comunicativa y mediática, momento en el que comienza a "fortalecerse" el grupo que entró después de los cofundadores, compuesto por la ministra Irene Montero y actuales dirigentes de la formación como Rafa Mayoral y Juanma del Olmo.

"Se pegan a Pablo, le acompañan, asienten. Comienzan a decir que no está cuidado y que ellos le cuidan. No hay sistema caudillista sin corte", expone en su libro para indicar que en verano de ese año Iglesias ya planteó la opción de ir en coalición con IU a las generales y autonómicas, algo que la mayoría del partido rechazó mayoritariamente de forma asamblearia.

Errejón apunta que, tras alcanzar gobiernos municipales y el éxito electoral de 2015, sin llegar a sobrepasar al PSOE, comenzaron las diferencias de calado con el núcleo duro de Iglesias sobre la estrategia a seguir.

Además, indica que sus posiciones en la Ejecutiva ya eran minoritarias en 2015 y que la forma de plantear la propuesta de Gobierno a los socialistas, con la afamada rueda de prensa en la que el exlíder de Podemos enumeró los ministerios que exigía para el acuerdo cuando Pedro Sánchez salía de las consultas con el Rey, ya vaticinaba que el acuerdo iba a ser "imposible".

El desgaste emocional que provocó la ruptura total con Pablo Iglesias

El momento de ruptura total con Pablo Iglesias según narra Errejón fue la Nochebuena en el que el pablismo hizo trending topic el lema ‘Íñigo, así no’, cuando criticó el cese del exportavoz en la Asamblea de Madrid Jose Manuel López. "Participa toda la dirección afín a Pablo. Él no, pero, como mínimo, consiente. Hablo con él y lo niega. No hay mucho que decirse", diserta Errejón que la motivación de aquello era ir "desgastándole emocionalmente, sin ningún pudor, cualquier posición que no fuera la que ellos defendían".

Tras ello, Errejón se pregunta cuál era la intención de todo aquello y se responde que "en mi opinión, ir desgastando emocionalmente, sin ningún pudor o problema". "El día del hashtag #ÍñigoAsíNo en plena Nochebuena se cruzó esa línea emocional que no se recupera. Ya estaba claro que en Vistalegre II iba a ser una guerra, pero yo no lo veo claro hasta esas navidades", relata Errejón en su libro.

Luego, detalla que buscó defender sus tesis políticas en Vistalegre, lo que derivó en otra serie de desencuentro con Iglesias y sus afines. Tras su derrota, en la que dejó la portavocía del Congreso, y pasado unos meses, describe que uno de los momentos donde comenzó a pensar que no tenía futuro en Podemos es cuando tuvo que participar en la campaña denominada 'Tramabús', cuyo diseño no compartía al denotar que la formación mostraba así su vocación de "partido de resistencia.

"En este partido no voy a sobrevivir"

"Yo le digo a Pablo que a lo mejor lo dejo (...) En ese partido no voy a sobrevivir", condensa el parlamentario admitiendo que pasó meses "extraños y tristes" hasta que Iglesias le propone la candidatura de Madrid.

No obstante y pese pactar encabezar la lista autonómica, Íñigo Errejón esgrime que la dirección apenas le permitía tener visibilidad mediática y dificultades para confeccionar su propio equipo, con lo que empezó a pensar que el "objetivo era enterrarle".

"Empiezo a tener la sensación de que estoy metido en una trampa, de que lo de Madrid es una manera de ir haciéndome desaparecer sin ruido", destaca para manifestar que el polémico documento que publicó Carolina Bescansa, cuando difundió por error un documento con una estrategia contra Iglesias, enrareció más el ambiente pese a que él era totalmente ajeno a ese escrito.

Ante el conflicto por la confección de las listas en la candidatura municipal que ostentaría la exalcaldesa Manuela Carmena y la expulsión de los ediles que le eran afines, fue cuando Errejón concluyó que la ruptura era definitiva, lo que derivó luego en la gestación de Más Madrid.

"Yo estoy haciendo política en Más Madrid y Más País porque nos atrevimos a movernos (...) De no haber sido así, de no habernos escapado de ese callejón sin salida, hoy engrosaríamos la lista de tantos fundadores, portavoces, figuras públicas o militantes del primer Podemos", esgrime para después zanjar sobre su paso por Podemos: "Qué pena todo".