"Era claramente un tema que no correspondía a España pero, a la vista del estancmaiento y sufrimiento dentro del barco y a una situación muy deteriorada, España se ofreció no por obligación, sino para dar ejemplo a ver si se movía dentro de la UE la responsabilidad", ha señalado el ministro antes de una reunión junto al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con representantes del mundo del deporte.
Guirao ha reiterado que "la ley del mar" dice que a la hora de rescatar náufragos, éstos deben de ir al "puerto más seguro, que es el más cercano". "Y en este caso no era un puerto español", ha añadido Guirao, quien además ha apuntado a la actuación del Gobierno español en estos casos durante el año pasado.
"El año pasado España salvó la vida de cerca de 60.000 personas en la zona de influencia marítima española, que venían del norte de África principalmente. En estos casos, así le correspondía a España, pero en el caso del Open Arms era dar una aldabonazo de conciencia porque se había llegado a un extremo insostenible", ha concluido.