El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha protagonizado una de las comparecencias más difíciles de su mandato tras la dimisión forzada de Santos Cerdán, hasta hoy secretario de Organización del partido. La decisión llega después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil presentara un informe ante el Tribunal Supremo que implica a Cerdán en la trama de corrupción conocida como 'caso Koldo', junto a José Luis Ábalos y Koldo García.
"No debimos confiar en él"
Sánchez inició su intervención en la sede de Ferraz pidiendo "perdón a la ciudadanía" y, en especial, a los militantes y simpatizantes socialistas.
"Hasta esta misma mañana yo estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán", confesó, subrayando que, pese a los rumores y noticias sobre supuestas investigaciones, "no existía ningún indicio de la participación de Santos Cerdán en el caso Koldo" hasta conocer el informe completo de la UCO.
“Esta mañana hemos conocido el informe y han aparecido esos indicios, muy graves, y por eso a lo largo de esta tarde he pedido a Santos Cerdán su dimisión como secretario de Organización, con efecto inmediato, y su renuncia al acta de diputado del Grupo Parlamentario Socialista”, expresó Sánchez.
El líder socialista reconoció el error de haber mantenido la confianza en Cerdán: "No debimos confiar en él. Desgraciadamente, en este mundo no existe la corrupción cero, pero sí debe existir la tolerancia cero cuando esta se produce".
Auditoría y reestructuración interna
En respuesta a la crisis, Sánchez anunció medidas drásticas: "Pondré en marcha una auditoría externa sobre las cuentas del Partido Socialista y, de cara al Comité Federal, impulsaré una reestructuración de la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista".
El presidente defendió su trayectoria de "compromiso con la política limpia y por el juego limpio en política", y reiteró su apuesta por la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción, "tanto desde mi gobierno como también desde mi partido".
Indignación y negativa a un adelanto electoral
Sánchez no ocultó su malestar por el daño causado a la imagen del PSOE: "Me provoca una enorme indignación y una profunda tristeza ver que todo un proyecto político en el que confían millones de personas se pueda ver afectado por la conducta de unos pocos". Pese a la decepción, prometió una respuesta "contundente" y volvió a pedir disculpas a la ciudadanía antes de ponerse a disposición de los medios de comunicación.
La oposición ha aprovechado la crisis para exigir explicaciones y reclamar elecciones anticipadas: El Partido Popular ha pedido la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones, mientras que Vox ha instado a presentar una moción de censura.
Ante la posibilidad de se adelanten los comicios, Sánchez ha descartado la convocatoria argumentando que el Ejecutivo está haciendo cosas buenas por el país y ha expresado que su partido está "sufriendo un asedio por parte de la oposición".
Contexto: el caso Koldo y la presión política
La dimisión de Cerdán se produce tras la publicación de un informe de la UCO que recoge "consistentes indicios" de delitos de organización criminal y cohecho, señalando que el exsecretario de Organización habría sido "la persona encargada de gestionar los pagos" en la trama de comisiones ilegales por adjudicaciones de obra pública. El Tribunal Supremo ha ofrecido a Cerdán declarar voluntariamente el próximo 25 de junio, y él mismo ha anunciado que se dedicará "en exclusiva” a su defensa", reiterando su inocencia y su disposición a colaborar con la justicia.
La crisis estalla en un momento especialmente delicado para el PSOE, que ve cómo uno de sus hombres de máxima confianza cae tras semanas de presión mediática y política. Sánchez, en su comparecencia, ha intentado marcar distancia y recuperar la iniciativa con anuncios de transparencia y renovación interna, en un intento de contener el daño a la imagen del partido y del Gobierno.