El juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha dictado su libertad condicional ignorando el criterio de la Fiscalía.
Con el informe en contra del fiscal, que instaba al juez a mantener al secuestrador de Ortega Lara en prisión hasta que su cáncer le condujera a un estado terminal, el juez Castro le envía a la calle después de entrevistarse con el oncólogo del terrorista y contrastar los informes médicos del Hospital Donostia y el informe forense, que concluía que el etarra podía ser tratado, de momento, en prisión.
La excarcelación no es inmediata y sólo se aplicará cuando la resolución sea firme. La Fiscalía dispone de un plazo de cinco días para recurrir ante la Sección Primera, que preside Fernando Grande-Marlaska.
El juez impone, entre otras condiciones, que Bolinaga no se acerque a las víctimas de sus familias, no participe en manifestaciones pro-ETA y no abandone su localidad. Además, tendrá que presentarse mensualmente en los servicios sociales de la cárcel alavesa de Zaballa y comunicar cualquier novedad sobre su evolución médica