ETA asume en su último boletín interno 758 asesinatos y 2.606 atentados
ETA asume en su último boletín interno, fechado el pasado mes de abril, 758 asesinatos y 2.606 "acciones" entre las que incluye atentados no reivindicados hasta ahora por la banda terrorista, como el de la cafetería Correo de Madrid en 1974, y califica la masacre de Hipercor como el "mayor error y desgracia".
El último boletín interno, difundido un mes antes de que ETA anunciara su disolución y que ha sido publicado hoy por el diario Gara, fija en 758 el número de personas asesinadas, "decenas menos que los listados del Ministerio del Interior o la Fundación de Víctimas del Terrorismo que refieren 853 y 829 víctimas mortales".
La banda terrorista rechaza la autoría de "falsos atentados" como el "incendio del hotel Corona de Aragón" -83 muertos en 1979- que, según dice, le "achacan" la AVT y Covite y asegura que "las divergencias se corresponden con la imputación a ETA de acciones cometidas por otras organizaciones armadas -el caso de la niña Begoña Urroz en 1961- o bien producto de la guerra sucia".
En este último boletín previo a su disolución, ETA reconoce 2.606 "acciones armadas, dos más que en su día no reivindicó": el asesinato de tres personas en Tolosa (Guipúzcoa) en 1981, "al confundirlas con policías", y la "explosión en una cafetería de la calle Correo de Madrid en 1974 en la que perdieron la vida 13 personas".
En las cinco décadas de actividad violenta ETA asume que cometió "365 atentados contra la Guardia Civil" en los que asesinó a 186 miembros de este cuerpo; 215 contra "cuerpos policiales españoles" en los que murieron 139 agentes; y 147 contra el Ejército, en los que perdieron la vida 101 militares, además de "11 funcionarios civiles de la Armada".
En el texto, según publica Gara, ETA describe su trayectoria criminal "desde una perspectiva básicamente operativa", aunque incluye la declaración de "reconocimiento del daño causado que emitió el pasado 8 de abril", en el que la banda terrorista reconoce "la responsabilidad directa que ha adquirido en este dolor" y manifiesta que "nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo".
ETA hace referencia a su atentado más sanguinario, cometido en el hipermercado Hipercor en Barcelona el 19 de junio de 1987, en el que murieron 21 personas y 45 resultaron heridas, y afirma que fue "el mayor error y desgracia" de su "accionar armado", pero alega que "los responsables policiales y gubernamentales tomaron la decisión de no desalojar el edificio".
Respecto a los secuestros que califica de "motivación económica" llevados a cabo en la década de los 90, asegura que "se convirtieron en el centro de una fuerte confrontación" y considera que los de los empresarios José María Aldaya (342 días) y Cosme Delcalux (232) "se prolongaron tanto por las dificultades técnicas y operativas provocadas por la presión policial".
En su último boletín ETA señala que en 2001 "se realizaron tres intentos de atentado contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, con la utilización de un misil mientras estaba en vuelo".