Las autoridades estadounidenses y de otros países europeos sostienen que la inteligencia militar rusa está detrás de las cartas bomba que se recibieron en España el pasado mes de noviembre, según ha informado el diario 'The New York Times'.
Al parecer, la inteligencia rusa habría ordenado al grupo ultraderechista ruso conocido como 'Movimiento Imperial Ruso' enviar cartas bomba a distintos destinatarios en España. Entre los objetivos que recibieron en noviembre estos paquetes estaban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la Embajada de Ucrania y la Embajada de Estados Unidos en Madrid, la empresa Instalaza de Zaragoza, el Centro de Satélites de la Unión Europea ubicado en la Base Aérea de Torrejón y el Ministerio de Defensa.
El Movimiento Imperial Ruso cuenta con dos centros de entrenamiento paramilitar en San Petersburgo y contactos con otras organizaciones ultraderechistas de varios países europeos, uno de ellos en España. Asimismo, también aparece el listado de organizaciones terroristas del Departamento de Estado norteamericano.
Los investigadores han podido averiguar que varios miembros de este grupo han estado en España y han podido identificar su relación con organizaciones de ultraderecha españolas.
Según la información publicada, la orden provenía del Directorio Principal del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia (GRU), con la intención de demostrar su capacidad para llevar a cabo este tipo de acciones en países europeos y como amenaza de su capacidad ante una posible escalada del conflicto.
No hay indicios de un nuevo ataque
Sin embargo, por el momento no hay ningún tipo de indicio que revele que Vladimir Putin esté elaborando una campaña de ataques y sabotaje en otros puntos de Europa.
Parece que es un disparo de advertencia
El coordinador de antiterrorismo del Departamento de Estado durante el mandato de Donald Trump, Nathan Sales, ha explicado que "parece que es un disparo de advertencia" y añade que "Rusia está mandando una señal para advertir de que podría utilizar a sus filiales terroristas para atacar en el patio trasero de Occidente".