Según la encuesta practicada durante la primera semana de las vacaciones de Navidad, entre el 21 y el 27 de diciembre, el Partido Popular sigue poniendo distancia respecto a las otras tres grandes formaciones del hemiciclo. Si las elecciones se celebraran ahora, el PP captaría el 37 por ciento de los votos para un caudal de 152 escaños. Ese bagaje es medio punto y un diputado más que en el barómetro de noviembre y un 3,7 por ciento más de sufragios (15 diputados) respecto de los comicios del 23 de julio.
El avance del partido liderado por Feijóo coincide con el retroceso de los socialistas, cuyo 30,3 por ciento de apoyos apenas le daría para atesorar 119 diputados. La suma del bloque de izquierdas liderada por Sánchez llegaría hasta 141 (11 menos que el 23J) y si a SUMAR se le añaden las fuerzas soberanistas (29 diputados) que actualmente sostienen al gobierno, la mayoría absoluta de 178 que ejerce hoy se quedaría en 170. Por tanto, el bloque de derechas (PP-Vox-UPN) llegaría a 179; el escaño restante son los regionalistas de Coalición Canarias, previamente no adscritos a ningún bloque.
Comportamiento del electorado
Según Celeste-Tel, el 39,6 por ciento de los abstencionistas habían votado al PSOE el 23J. En general, de celebrarse ahora generales, el 54,9 por ciento de quienes optarían por quedarse en casa hace cinco meses apostaron por el bloque de la izquierda. Por el contrario, el PP obtendría la confianza del 27,7 por ciento de los nuevos votantes, mientras el PSOE apenas convencería al 14,6 por ciento.
Por último, este barómetro electoral señala que el partido presidido por Feijóo se impone en todas las franjas de edad a partir de los 30 años, con el 30,2 por ciento en mayores de 65. El PSOE solo tiene más predicamento entre los más jóvenes, sin embargo, en esta horquilla tan repartida los socialistas −pese al liderazgo− apenas lograrían el 13,8 por ciento de las papeletas.