Según Cuixart, el Tribunal Constitucional había suspendido el referéndum, pero era un ataque a los derechos fundamentales y el líder de Òmnium "nunca" renunciará al ejercicio de estos derechos.
Para él, el 1-O es el "ejercicio más grande de desobediencia civil que ha habido en Europa", y considera que "históricamente, no hay un ejercicio igual y tendríamos que estar orgullosos de que los ciudadanos tienen esta capacidad de colaboración, de querer una sociedad mejor".
"Seguiremos, pase lo que pase", ha dicho. Admite haber llamado a un tsunami "democrático" y niega cualquier violencia, "en ningún caso la hubo, no está en el ADN de la sociedad catalana".
Desmiente también que fuera un referente. Según Jordi Cuixart, lo es ahora porque en eso le han convertido los jueces y la Fiscalía.
"Éramos unos perfectos desconocidos. Cuando ustedes nos han puesto en prisión, nos hemos convertido en unos referentes de la sociedad catalana más allá del independentismo. Y lo digo de verdad. No era esta mi voluntad", ha afirmado ante el tribunal.
El presidente del Tribunal Supremo ha intervenido reiteradamente para tratar de centrar esta declaración en la que Cuixart ha repetido el mismo discurso reivindicativo fuera cual fuera la pregunta del fiscal, que también ha sido reprendido por Marchena porque no puede "exigir que las respuestas le satisfagan".