Los dos expresidentes ya renunciaron a su cargo de diputado y senador, respectivamente, en junio del pasado año tras ser inculpados por el Tribunal Supremo en el caso de los ERE fraudulentos, aunque siguieron afiliados al partido.
El código ético estipula que en caso de dictarse una sentencia condenatoria firme, serán sancionados con la expulsión del partido.