Durante su intervención en el Congreso Nacional del Partido Popular, José María Aznar lanzó un mensaje de fuerte contenido político e institucional. El expresidente del Gobierno instó a su partido a ampliar sus apoyos más allá de su espectro habitual, buscando una "mayoría ancha a derecha e izquierda" que, según defendió, es indispensable para reconstruir España tras el periodo de gobierno del PSOE liderado por Pedro Sánchez.
Lejos de centrarse en cuestiones internas del partido, Aznar aseguró que este congreso no persigue reiniciar el PP, como ocurrió en 1990 cuando él asumió el liderazgo, sino que su verdadero propósito es "sentar las bases para refundar la convivencia constitucional en España".
Un llamamiento a unir para ganar
Aznar fue claro al señalar que la próxima legislatura será determinante para el país. "Hay que concentrar en nuestras siglas la confianza de una mayoría nacional ancha, a derecha e izquierda para conseguir un objetivo que rebasa estas siglas", subrayó, en referencia a la necesidad de formar un Gobierno con una legitimidad amplia que permita superar lo que considera un atolladero provocado por el socialismo.
El expresidente también se mostró tajante al afirmar que no se trata de gestionar "ninguna herencia", sino de reparar los daños ocasionados por el actual Ejecutivo. En ese sentido, defendió que el futuro gabinete de Alberto Núñez Feijóo necesita un "respaldo muy mayoritario", suficiente para abordar los desafíos institucionales que, a su juicio, amenazan la integridad del Estado.
España ante el "naufragio" institucional
En su discurso, Aznar pintó un panorama alarmante del presente político español. Aseguró que el país atraviesa una etapa de "naufragio" marcada por una "fractura territorial" y por un intento deliberado de "cancelar el éxito democrático inaugurado en la Transición". Según él, lo que está en juego en los próximos comicios es la "continuidad histórica de la nación", la vigencia de la Constitución y la independencia del poder judicial.
Por ello, abogó por construir "una España sin muros y que cuente en el mundo y con la que se pueda contar", alejándose de cualquier tentación de sectarismo una vez el PP retorne al poder. "Los populares no pueden impulsar un sectarismo de distinto color", advirtió.
Corrupción y crítica frontal al PSOE
Uno de los momentos más duros del discurso de Aznar se centró en los casos de corrupción que salpican al Partido Socialista. "El cambio urgente en España significa que los delincuentes dejen de estar en los despachos legislando y pasen a estar en la cárcel para que la ley se les aplique", proclamó.
Acusó al Gobierno actual de haber establecido alianzas con delincuentes para mantenerse en el poder. "Si negocias presupuestos en una prisión, te asocias con presidiarios y pactas una amnistía con delincuentes, no te extrañe acabar en la cárcel porque ese es tu ambiente", ironizó.
El expresidente arremetió contra el que denominó "socialismo en decadencia", acusándolo de "mentir mucho, robar mucho y comprometer mucho el futuro de España" desde 2018. Y fue más allá al afirmar que "la actualidad política es ya una sección de la crónica de sucesos".
"Esto no es casualidad, ni tampoco es cosa de tres o cuatro golfos", añadió, señalando que la "golfería estructural del sanchismo" permitió que Sánchez negociara presupuestos "en una cárcel" y que se reformara el Código Penal "al gusto de los delincuentes convictos", en alusión a los independentistas catalanes.