Los audios que investiga la Guardia Civil en el marco del caso Ábalos han arrojado nueva luz sobre el papel de Jéssica Rodríguez, conocida por su cercanía al exministro José Luis Ábalos. Grabaciones a las que ha tenido acceso Onda Cero revelan que Rodríguez no sabía cuál era su función en la empresa pública INECO, pese a que cobraba como empleada de la entidad. Al mismo tiempo, los audios ofrecen detalles inéditos sobre cómo eligió su lujoso piso en Plaza de España, presuntamente pagado por una organización criminal.
"No tengo ni puta idea de lo que hay que hacer"
Uno de los fragmentos más reveladores muestra a Jéssica Rodríguez reconociendo abiertamente su desconocimiento total sobre su supuesto empleo. En un mensaje enviado a Joseba García, hermano de Koldo García, la joven admite que no sabe cómo responder a los correos laborales y pide ayuda para rellenar la documentación que la empresa le exigía.
“No tengo ni puta idea de lo que hay que hacer”, confiesa Jéssica, visiblemente frustrada ante las exigencias administrativas.
INECO, sin embargo, sostiene que fue ella quien cumplimentó personalmente toda la documentación. Una afirmación difícil de sostener a la luz de los audios, en los que se la escucha pedir que le lean los correos y le digan qué debe responder, como si se tratara de un ejercicio académico que no comprende.
También muestra desconcierto ante la implantación del horario de verano en la empresa:
“Yo nunca he trabajado con una jornada de verano… yo me quedo un poco flipando”, se queja a Joseba, revelando que ni siquiera estaba al tanto del funcionamiento básico de una jornada laboral.
El piso en Plaza de España: "Elige el que tú quieras"
Respecto a su vivienda en Plaza de España, los audios ratifican otra parte central de la investigación: fue el propio Ábalos quien le ofreció libertad para elegir el piso que quisiera, cuyo alquiler mensual ascendía a 2.700 euros. En una conversación, Jéssica relata cómo rechazó otro apartamento por ser “enano, no, lo siguiente”, y terminó decantándose por el de Plaza de España por sus comodidades: “Gimnasio, vistas, poder ir caminando a la universidad que le viene bien”, enumera como ventajas decisivas.
Según la investigación judicial, los pagos del alquiler corrían por cuenta de una red liderada por Víctor de Aldama, que también habría abonado otros beneficios en especie, mientras que INECO y TRAGSA sufragaban su salario público, generando un coste indirecto para los ciudadanos.
Una vida de lujos insostenibles
La situación se torna más crítica cuando se revela que, al cesar los pagos de la presunta trama, Jéssica fue desalojada del piso. En un mensaje desesperado, expresa su indignación: “Me mandan a la puta calle. No me lo merezco”, lamenta.
En total, Rodríguez llegó a percibir entre 6.000 y 12.000 euros mensuales en efectivo y servicios, entre salarios públicos y favores pagados por la red investigada. Todo ello sin que conste que realizara trabajo efectivo alguno en INECO.