Los líderes de las formaciones integradas en Patriots -el grupo parlamentario europeo que agrupa a los principales partidos ultraderechistas de la Unión Europea- llegaron ayer a Madrid, donde se celebra su primer gran acto político.
El líder de Vox, Santiago Abascal, recibió, entre otros, a la líder de la Agrupación Nacional francesa, Marine Le Pen; al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán y al italiano Matteo Salvini, de la Liga, vicepresidente en el ejecutivo de Giorgia Meloni.
A la reunión de Madrid ha acudido también el líder de la derecha radical de Países Bajos (PVV) y socio mayoritario de la coalición de gobierno en aquel país, Geert Wilders; el ganador de las recientes elecciones en Austria, Herbert Kickl, y otros representantes de formaciones ultraderechistas de Estonia, Grecia, Polonia, Portugal y la República Checa.
El grupo parlamentario Patriots representa a 19 millones de europeos
La formación Patriotas está conformada por los partidos políticos del grupo homónimo del Parlamento Europeo, que nació tras las elecciones europeas de junio de 2024 impulsado por el mandatario húngaro. Los seis eurodiputados de Vox decidieron unirse y abandonaron a los Conservadores y Reformistas (ECR) de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aunque la formación española insiste en la fortaleza de sus lazos con el partido de la mandataria, Hermanos de Italia, y la amistad personal de esta con Abascal.
Así, Patriotas cuenta con 86 diputados de once partidos que representan a 19 millones de europeos y es el tercer grupo de la Eurocámara, detrás del Partido Popular Europeo (PPE) y los Socialistas y Demócratas (S&D). Posteriormente, las formaciones que lo integran fundaron Patriotas y Abascal fue elegido presidente en noviembre. Vox defiende que sirve de "pegamento" a partidos diferentes, de distintas naciones y con intereses propios.
Vox busca potenciar su perfil internacional
El acto político de este sábado se celebra en el Hotel Marriott Auditorium, el mismo escenario en el que Abascal fue reelegido como líder de Vox hace poco más de un año. Se prevé que asistan unos 2.000 afiliados y simpatizantes de Vox.
Vox espera que el cónclave sirva de "proclamación pública" de la Presidencia de Abascal, dentro de los planes del partido ultraderechista para potenciar su perfil internacional y el de su líder. La cumbre de Patriotas llega después de que Abascal se desplazara a la capital de Estados Unidos, Washington, para asistir a la investidura de Donald Trump.
Críticas internas por sus alianzas internacionales
El cónclave de Patriotas ha hecho aflorar críticas internas a la nueva asociación de Vox con Hungría. Un manifiesto atribuido a críticos de Vox hecho público el miércoles critica lo que considera un "viraje" del partido que, a su juicio, perjudica a España y sus intereses, y piden reintegrarse en el ECR de Meloni.
El texto se centra en la relación de Vox con Hungría y sugiere que "podría implicar subordinación a agendas externas, en particular a través de la financiación". Vox reconoció haber recibido un préstamo de un banco húngaro próximo a Orban, pero justificó que las entidades españolas se negaban a prestarles. Los críticos afirman que otros partidos de Patriotas también han recibido dinero húngaro.
"Esto podría explicar el viraje de Vox, que parece haber supeditado el interés nacional y la defensa de principios innegociables y fundacionales a los intereses económicos no de un partido, sino de su cúpula", reza el texto, que habla también de "élite corrupta".