El exministro José Luis Ábalos no niega que él sea el responsable de la filtración de los mensajes privados entre él, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Así lo señala el periodista José Yélamo en Al Rojo Vivo. El exdirigente socialista rehuyó responder directamente cuando Yélamo le preguntó si fue él quien entregó los mensajes a la prensa, limitándose a lanzar reproches genéricos y a destacar su condición de “víctima” de filtraciones previas.
Según Yélamo, Ábalos no negó en ningún momento ser el autor de la filtración. “Es muy críptico y lo que hace es echar balones fuera”, explica el periodista. Ante la pregunta directa sobre si él fue quien proporcionó los mensajes que ahora comprometen a Sánchez, Ábalos evitó contestar, desviando la atención hacia otras filtraciones que, según él, han afectado a su intimidad en los últimos meses. "Le sorprende el revuelo por estos mensajes, cuando a él lo llevan filtrando desde hace más de un año", señala Yélamo.
El PSOE no le da importancia, de momento
La polémica surgió a raíz de la publicación de una serie de mensajes de WhatsApp en los que Sánchez pedía a Ábalos que presionara a los "petardos e hipócritas" de su partido, en referencia a los líderes autonómicos Javier Lambán y Emiliano García Page, para que cesaran las críticas internas. Aunque el contenido ha sido considerado “grave” por el PSOE por vulnerar la privacidad del presidente, el partido ha optado por no emprender acciones legales, al menos por ahora.
Esther Peña, portavoz socialista, ha intentado restar importancia al asunto, asegurando que ni siquiera se ha tratado en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Peña tachó la difusión de los mensajes como un “atropello”, pero evitó en todo momento señalar a Ábalos como el responsable. Con un toque de ironía, llegó a decir que "el grupo de WhatsApp de mis primos es más interesante que esos mensajes".
La polémica ha salpicado también a otras figuras del PSOE como Susana Díaz, aludida en los mensajes filtrados. La ex presidenta andaluza confesó sentirse “muy jodida” al leer que Sánchez se alegraba de su marginación política. “Ha sido muy doloroso. Todo el mundo sabe que mi lealtad al PSOE es inquebrantable, pero eso no impide que pueda manifestar mi posición”, declaró emocionada.
Por su parte, el Partido Popular ha sido señalado por los socialistas como responsable de fomentar un “clima de presión inmunda”, aunque sin pruebas de una implicación directa en la filtración. Desde Génova guardan silencio por ahora, mientras el escándalo continúa escalando y la figura de Ábalos queda en el centro de la tormenta política.
