Según han informado a Efe fuentes sindicales, al margen de "otros diez o doce trabajadores que tienen más de 55 años y podrían optar a una prejubilación, el resto de los 362 integrantes de la plantilla se enfrentaría a un despido puro y duro".
En la pasada reunión, la dirección de Vestas anunció a los representantes de los trabajadores que la salida de los operarios de la planta leonesa se produciría entre el 8 de octubre y el 31 de diciembre de este año, lo que ha ratificado. También se han abordado nuevos informes técnicos con los que la empresa quiere justificar el cierre, que los sindicatos están pendientes de "estudiar en profundidad".
El comité de empresa ha reiterado que está demostrado que los motivos del cierre son insuficientes y puramente económicos, y dejan claro que influye el coste de la energía, lo que claramente afectará a más plantas. Recuerda al respecto que lleva meses presentando propuestas para la mejora de la planta de León que fueron rechazados o directamente desoídos en un estrategia preconcebida para el cierre de la factoría de Villadangos.
Los Gobiernos central y autonómico han exigido a la dirección de la empresa dar "viabilidad" a la planta leonesa con un nuevo plan industrial que "reoriente la producción de la planta hacia la demanda del mercado", a la que habría que añadir los paquetes de ayudas autonómicas, nacionales y europeas que Vestas ha venido recibiendo en los últimos años y que ascienden hasta los 13,5 millones.
De esta forma, el objetivo prioritario para el Gobierno central y el autonómico es que se mantengan los 362 puestos fijos de la planta leonesa, que sumados con los puestos indirectos llega a dar trabajo a más de 2.000 personas. Los cerca de 600 trabajadores, entre fijos y de empresas auxiliares dedicadas en exclusiva a proveer a Vestas, que se verían afectados mantienen levantado un campamento instalado ante la factoría hasta que consigan una solución a su problema.
Respecto a los sucedido ayer en el Ministerio de Industria, donde el Gobierno anunció un principio de acuerdo que la Junta y sindicatos niegan, estos últimos se ha mostrado muy críticos. Al respecto, denuncian que se crearon unas expectativas "absolutamente infundadas" porque "había interés de hacerse la fotografía comprometiendo a la empresa a mantener las instalaciones en buen estado por si aparece algún inversor interesado".
El secretario general de Industria, Raúl Blanco, explicó anoche que el supuesto principio de acuerdo se terminará de perfilar "en las próximas horas" o días para concretar medidas y garantías. Sin embargo, los representantes de la Junta de Castilla y León, CCOO y UGT negaron que exista ese principio de acuerdo, ya que no está garantizado que la planta seguirá funcionando, ya sea con Vestas o con otra empresa.