El mal tiempo que se está imponiendo en estas vacaciones de Semana Santa no parece que esté afectando, ni a la llegada de turistas a nuestro país, ni a los viajes que teníamos previsto realizar los españoles durante estos días de fiesta. Y es que por ejemplo, el sector Hotelero, sitúa la ocupación media durante estas vacaciones en torno a un 85% de las plazas disponibles. Una Semana Santa en la que, nuevamente, se batirán récords de ocupación y de visitas que servirá para contribuir a reforzar la llegada de turistas extranjeros durante el primer cuatrimestre del año.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha explicado que las previsiones apuntan a que, los cuatro primeros meses del año se cierren con una previsible llegada de 25 millones de turistas internacionales, que dejarán en nuestro país 32.000 millones de gasto, un 25% más respecto al año anterior. Unas cifras que, para el ministro, permiten hablar de récord de llegadas de visitantes extranjeros a nuestro país y que marcan una tendencia, sobre todo en un periodo del año que no está considerado como temporada alta para el turismo. Esto, sitúa a este año 2024 en un buen punto de partida de cara a superar todas las cifras registradas hasta la fecha. Y es que. por ejemplo, las compañías aéreas prevén 10,5 millones de plazas este mes de abril, lo que supone un 10,5% más respecto al mismo periodo del año anterior.
Una Semana Santa con una oferta muy diversa
El titular de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha puesto en valor la enorme diversidad que supone este periodo del año, en el que en nuestro país se puede disfrutar de una variada oferta que va desde el turismo de sol y playa hasta el turismo más urbano y cultural. Un dinamismo que se demuestra en los más de 9 millones de desplazamientos que están previstos estos días de Semana Santa, que ponen de relieve, bajo el punto de vista del ministro que los españoles también aprovechamos estos días para disfrutar del abanico de propuestas que deja nuestro país.
Hereu ha destacado además, que estas buenas cifras turísticas tienen una consecuencia directa en la creación de puestos de trabajo, que permiten conseguir uno de los objetivos que se ha marcado el Ministerio: desestacionalizar la oferta turística, para así poder conseguir unos contratos de mayor calidad, alejados de la temporalidad por la que habían estado marcados tradicionalmente.