DECLARACIÓN DE LA RENTA

Si recibo una ayuda del SEPE, ¿cuenta como segundo pagador en la Renta 2022?

Patricia Camacho

Madrid | 13.03.2023 10:23

Declaración de la renta
Declaración de la renta | Pexels

El próximo 11 de abril de 2023 podrá presentarse por Internet las declaraciones de Renta y Patrimonio correspondientes al ejercicio del 2022. Por lo tanto, todas aquellas personas con solo un pagador que hayan ingresado más de 22.000 euros deben declarar, así como los trabajadores con dos pagadores que hayan recibido una cifra superior a 14.000 euros durante el año.

Para poder completar la documentación relativa al IRPF, es necesario tener en cuenta algunos aspectos relevantes, entre ellos, si las ayudas del SEPE se consideran rentas de trabajo. Solo de esta manera podrás saber si tienes uno o varios pagadores y cómo influye esto en tu declaración de la Renta.

¿Cuenta el paro y el ERTE como pagador?

Según la Agencia Tributaria, tener dos o más pagadores no solo se refiere al hecho de compaginar dos empleos simultáneamente o cambiar de puesto de trabajo varias veces en un mismo año, sino que también implica el recibir prestaciones tras finalizar un contrato laboral, bien sea por un ERTE o por cobrar el paro. De este modo, las ayudas del SEPE sí son consideradas rentas y computan como un pagador más. No obstante, los pagos delegados y las subrogaciones laborales cuentan como una excepción a la norma general.

Cómo afecta tener dos o más pagadores a la declaración de la Renta

Existe una creencia de que se pagan más impuestos a la hora de tener dos pagadores, pero no siempre es así. Generalmente, la declaración de los trabajadores con dos o más pagadores 'sale a pagar', lo que significa que como durante el ejercicio fiscal pasado no tributas la cantidad de impuestos correspondiente, debes hacerlo ahora.

Esto ocurre porque el segundo pagador (en este caso, el SEPE), aplica un porcentaje menor de retenciones fiscales, puesto que no tiene en consideración al resto de pagadores.

Para evitar este problema, cabe la posibilidad de solicitar por voluntad propia una subida del IRPF y así, ajustarlo a los criterios de Hacienda.