En las últimas semanas, la subida de las cuotas de los autónomos está en boca de muchos. Sobre todo en boca de los afectados, pero también en los debates entre el Gobierno, los sindicatos y las asociaciones del sector. A partir de enero de 2026 está previsto que entre en vigor un nuevo modelo de cotización progresiva, por el que cada trabajador por cuenta propia pagará en función de sus ingresos reales. Una medida que ha despertado críticas, pero que, según el sindicato UGT, "beneficiará a la mayoría".
Un sistema más justo y equilibrado
Desde UGT explican que el cambio busca hacer el sistema más progresivo, es decir, que cada autónomo contribuya según lo que realmente gana. De esta forma, los que menos ingresen tendrán subidas moderadas, mientras que los que más facturen asumirán incrementos mayores. El objetivo, dicen, es repartir el esfuerzo de manera más justa y acercar las cotizaciones de los autónomos a las de los asalariados.
El sindicato defiende que este nuevo modelo acerca la cuota a la capacidad económica de cada trabajador, corrigiendo así las grandes diferencias que existían hasta ahora, cuando muchos autónomos cotizaban por la base mínima, aunque tuvieran ingresos elevados.
Mejorar las pensiones y la protección social
Otro de los puntos clave para UGT es que esta reforma mejorará el acceso de los autónomos a las prestaciones sociales, sobre todo a la jubilación, ya que actualmente sus pensiones son bastante más bajas que las de los trabajadores por cuenta ajena. Con el aumento de las cotizaciones, el sindicato asegura que se refuerza la viabilidad del sistema público de pensiones y se evita que los autónomos sigan teniendo, en sus palabras, "pensiones de miseria".
Según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, esta medida "no supone pagar más que los asalariados del régimen general, sino hacerlo de forma más justa y sostenible". Además, recuerda que la reforma cumple los acuerdos sociales firmados en 2022 y que el nuevo modelo será "más previsible, comprensible y sin dejar a nadie atrás".
Ayudas para los más vulnerables
UGT también pide que la implantación del nuevo sistema vaya acompañada de medidas de apoyo para las rentas más bajas, como deducciones o bonificaciones temporales, que faciliten la transición y eviten que el cambio sea perjudicial para quienes menos ganan. De hecho, el plan del Gobierno prevé que la subida de las cuotas se realice de forma gradual entre 2026 y 2031, con aumentos que irán del 4% al 35%, dependiendo del tramo de ingresos.
Por ejemplo, un autónomo que gane menos de 670 euros al mes pagará una cuota de entre 210 y 217 euros, mientras que quienes superen ciertos niveles de ingresos podrán llegar a pagar más de 500 euros mensuales.
Muchos temen que la medida ponga en riesgo a los pequeños negocios y a los autónomos con ingresos inestables. Sin embargo, UGT insiste en que la mayoría saldrá beneficiada, ya que el sistema protege a los que menos tienen y fortalece la red de prestaciones para todos.

