Cada persona ha gastado de media en 2010, 190 bolsas de un sólo uso. Por eso, el Parlamento Europeo ha aprobado una nueva regulación para reducir su uso.
Los Gobiernos de la UE podrán elegir entre dos medidas, o garantizar que cada persona no gasta más de 90 bolsas al año en 2019, y sólo 40 en 2025, o cobrar por estas bolsas en el 2018 mediante impuestos.
La medida pretende ser un mensaje desde las instituciones europeas para que gobiernos y ciudadanos adopten un modelo nuevo que pueda restringir el desperdicio de recursos fósiles y ayude a proteger el medio ambiente.