"La propuesta es parte de nuestros esfuerzos para modernizar el IVA para la economía digital, y nos permite mantener el ritmo con el progreso tecnológico", dijo en un comunicado el ministro de Finanzas de Austria, Hartwig Löger, cuyo país preside este semestre la UE.
Los ministros de Economía y Finanzas lograron dar luz verde a la iniciativa, presentada en diciembre de 2016, después de tres intentos fallidos en 2017 y 2018 porque la oposición de la República Checa impedía alcanzar la unanimidad necesaria para aprobar la medida.
Conforme a las reglas actuales, los libros electrónicos están gravados a un tipo mínimo estándar del 15 % en la Unión Europea (UE), mientras que los países pueden aplicar el tipo reducido (mínimo del 5 %), superreducido (inferior al 5 %) o tasa cero a las publicaciones en papel.
Con la nueva norma, los países podrán decidir si gravan también con tipos reducidos las digitales, aunque las tasas superreducidas y cero solo podrán ser implementadas en aquellos Estados que ya las aplican a las publicaciones físicas. En España, las publicaciones electrónicas están sometidas al tipo general del 21 %, frente al tipo reducido del 4 % que se aplica al formato físico.
El Parlamento Europeo ya dio su visto bueno a la propuesta y tras la luz verde de los países la medida podrá entrar en vigor. Estas normas se aplicarán de forma temporal hasta que la UE acuerde el nuevo sistema de IVA propuesto por Bruselas, que prevé dar más libertad a los países para decidir qué tipos aplican a cada producto.