Según el informe, al que ha tenido acceso Onda Cero, aquellos jubilados que han entrado este año al sistema lo han hecho con pensiones medias de 1.342 euros frente a los 945 euros de las pensiones que se dieron de baja.
La inflación negativa es otro de los factores clave porque las pensiones tienen que subir, como mínimo, un 0,25% por ley. Y también está la caída de ingresos por cotizaciones sociales, 9.000 millones de euros menos de lo previsto sólo en 2015 debido a las bonificaciones a la contratación y a la finalización de muchas prestaciones contributivas de parados.
Para 2016, el Gobierno espera recaudar por cotizaciones, 17.000 millones de euros más. Unos ingresos que la Autoridad Fiscal Independiente considera irreales y da por hecho que este año, el déficit de la Seguridad Social será aún mayor. Incluso, corre el riesgo de cronificarse, según ha afirmado su director, José Luis Escrivá.
Escrivá ha añadido que la solución pasa por que parte de las prestaciones de la Seguridad Social se paguen a través de los impuestos, sobre todo aquellas que no sean contributivas.