"Nosotros no hacemos política, ni queremos, ni nos corresponde"

Codorníu advierte del "riesgo económico global" ante la situación política en Cataluña

El grupo vitivinícola Codorníu Raventós asegura que es responsabilidad de las empresas "poner sobre la mesa el riesgo económico global que existe" ante la actual situación política en Cataluña y lamenta que sean las compañías las que tengan que pagar las consecuencias.

ondacero.es

Madrid |

Codorníu | EFE

En un comunicado remitido a Efe, la compañía, que fue fundada en 1551 y es la empresa familiar más antigua de España, afirma que esta crisis "afecta directamente a todos los empleados, clientes proveedores y colaboradores de Codorníu que trabajan repartidos por toda la geografía española". Subraya, en este sentido, que Codorníu Raventós, que tiene su sede en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), es una empresa "catalana y también española" y lamenta que se la haya vinculado con el independentismo sin que tenga nada que ver con este proceso ni ningún otro.

"Lo hemos desmentido por activa y por pasiva. Queremos repetir bien claro que nosotros no hacemos política, ni queremos, ni nos corresponde, porque para ello están las instituciones y los foros adecuados", remarca la dirección general del grupo, que reconoce que los "inciertos comentarios" que se difunden de Codorníu perjudican "seriamente" la imagen de la compañía. Codorníu, que preside Mar Raventós, ve "inconcebible" que las empresas catalanas, que únicamente tienen ánimo de generar empleo y riqueza en todo el país, tengan que pagar las consecuencias de esta situación política y estén sometidas a una presión innecesaria.

Por ello, el grupo considera que es responsabilidad de las empresas "poner sobre la mesa el riesgo económico global que existe ante el escenario actual". Codorníu Raventós se dedica a la elaboración de vinos y cavas y cuenta con diez bodegas en toda España: Codorníu, Raimat, Legaris, Bach, Scala Dei, Abadia de Poblet, Bodegas Bilbainas, Nuviana, Artesa, Septima. La firma, que en los últimos años ha sufrido el boicot a los productos catalanes, está presente en más de 100 países y tiene más de 3.000 hectáreas de viñedo en propiedad y un equipo formado por más de 800 personas. El grupo alcanzó en 2015 unos ingresos de 233,5 millones de euros.