La autoridad monetaria argumentó que, pese al saneado estado actual de las arcas públicas en la mayor economía de Europa, "son inevitables nuevos ajustes", por lo que "una vida laboral más prolongada no debe convertirse en tabú".
El banco central alerta de que el sistema actual, adoptado en la primera legislatura de la canciller Angela Merkel (2005-2009), no es sostenible debido al aumento progresivo de la esperanza de vida y a la caída de la tasa de natalidad.
Por eso, teniendo en cuenta las contribuciones de los trabajadores y la cuantía de la pensión media, el Bundesbank llega a la conclusión de que el sistema sólo puede mantenerse alargando la vida laboral, progresivamente, para llegar dentro de 44 años a la jubilación a los 69.
Sin embargo, el Gobierno alemán, que aplica el retraso efectivo de la edad de jubilación hasta los 67 años, ha descartado la opción propuesta por el Bundesbank.
"El Gobierno federal se mantiene firma en la jubilación con 67 años. Siempre hay debate y el Bundesbank también participa en esas conversaciones", aseguró el portavoz del ejecutivo, Steffen Seibert.