La reapertura de los bancos después de tres semanas de cierre y la concesión de un préstamo de la Unión Europea para hacer frente a las obligaciones más urgentes con los acreedores han permitido a Grecia recuperar hoy una cierta normalidad.
El ambiente calmado en las calles, alejado de las imágenes de filas y nerviosismo el día de la reapertura de las entidades, ha puesto de manifiesto la tranquilidad con la que el país ha vivido este difícil periodo.
Para muchos griegos, hartos de padecer impagos y dificultades tras seis años de crisis, la restricción impuesta de 60 euros a su retirada diaria de efectivo no ha supuesto un gran quebradero de cabeza.
La novedad a partir de hoy es que la retirada podrá ser acumulativa, es decir, al final de la semana se podrá disponer de 420 euros.
Los griegos tienen ya acceso a sus depósitos a plazos y a las cajas fuertes y pueden cobrar cheques, incluidos los que vencieron durante el periodo de cierre de las entidades bancarias.
En las sucursales se pueden realizar operaciones que hasta ahora solo se podían hacer por internet.
Las operaciones al extranjero, en cambio, continúan siendo muy limitadas, pero se permite a los padres que tengan hijos estudiando en el extranjero mandarles hasta 5.000 euros por trimestre y a aquellos que deban abonar costes de hospitalización en otro país disponer de hasta 2.000 euros.
La presidenta de la Unión de Bancos griegos, Luka Katseli, ha llamado a la población a "vencer el miedo" y devolver el dinero a los bancos para hacer más fuerte el sistema.
La apertura se produce después de que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los países de la eurozona animase al Banco Central Europeo (BCE) a elevar en 900 millones de euros el crédito de emergencia al que puede recurrir la banca helena.
El pacto ha permitido también que la liquidez llegue al Estado griego en forma de crédito de la Unión Europea, que hoy ha transferido 7.160 millones de euros para hacer frente a los pagos más urgentes.
Según ha confirmado a Efe una fuente de la Oficina de la Gestión de la Deuda Pública, Grecia ha pagado hoy al Banco Central Europeo 3.500 millones de euros en bonos y 700 millones en intereses.
Además, ha saldado su atraso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al hacer frente a los 2.000 millones que le debía desde el 30 de junio, 1.500 millones de los tramos de crédito que vencían ese mes y 500 millones en intereses.
Este dinero podrá ser utilizado para que el país afronte otros compromisos, por ejemplo con el Banco de Grecia, pero no podrá destinarse a otros usos que no sean los pagos urgentes, según fuentes de la eurozona.
El Gobierno quiere dar prueba de que su intención es aplicar las reformas acordadas con los socios.
Por ello, hoy han entrado en vigor las nuevas tarifas del IVA que sitúan los medicamentos, los libros y el teatro en la superreducida del 6 %, los alimentos, hoteles, energía y agua en el 13 % y el resto en el 23 %, incluida la restauración que hasta ahora tenía un 13 %.
Solo se retrasa la aplicación en las islas hasta el uno de octubre, cuando está a punto de terminar la temporada turística.
Para supervisar que el Ejecutivo de Alexis Tsipras cumple con lo pactado, la antigua troika, ahora conocida como instituciones (Comisión Europea, BCE y FMI) llegará de nuevo a Atenas para mantener reuniones a lo largo de esta semana.
"Se espera que las instituciones vuelvan a Atenas en el momento oportuno, pero ahora no puedo confirmar cuando", afirmó hoy el portavoz comunitario, Margaritas Schinas.
Según informaciones de los medios griegos, los acreedores habían mostrado su descontento con el Gobierno por el hecho de que los grupos técnicos tuviesen que reunirse en hoteles con los representantes griegos y en ocasiones algunos de éstos no estuviesen dispuestos a colaborar y a proporcionar los datos requeridos.