Editorial Planeta

Roma de la mano de Santiago Posteguillo y Ayanta Barilli

Los autores ganador y finalista del Premio Planeta, Santiago Posteguillo y Ayanta Barilli, nos transportan a la Roma imperial de la novela 'Yo, Julia' y al ambiente familiar donde transcurren los acontecimientos de 'Un mar violeta oscuro' (Planeta).

Paco Paniagua

Roma | 27.05.2019 12:03 (Publicado 27.05.2019 11:58)

Nuestro viaje arranca en la casa de Ayanta Barilli, a las afueras de Roma, en un barrio residencial tranquilo.

En esta casa, que comprara su abuela al acabar la Segunda Guerra Mundial, Ayanta pasó su infancia y adolescencia. Con un bello jardín con nísperos, la casa fue centro de encuentro para intelectuales y artistas, y en sus paredes cuelgan numerosas fotografías, cuadros, dibujos y libros que marcaron toda una época.

Lo que la escritora ha querido reflejar es el retrato de las mujeres de su familia y como, una y otra vez, caen en los mismos errores que en generaciones anteriores. La autora nos habla de sus paseos por la Piazza del Fontanone, el Parque del Gianicolo, el futbol que jugaba con otros niños en la Plaza de San Pedro. Y los estudios en el Liceo Español, que forjaron buena parte de su personalidad.

Vamos completando el circuito literario con Santiago Posteguillo, por la Roma antigua. Las termas de Caracalla, donde revivimos la época de la emperatriz Julia Domna, una mujer rebelde que no aceptaba las normas de su época, enamorada de Septimio Severo y gestadora de una nueva dinastía.

Es en estas termas donde los lectores descubrirán algunas de las claves más importantes de 'Yo, Julia'. O en el Foro romano, frente al Arco de Triunfo de Severo, donde Posteguillo cuenta cómo se ocultan entre las frases de su inscripción, las huellas de un asesinato (Caracalla mató a su hermano).

En el circo romano, que llegó a albergar 250.000 espectadores, se nos narra cómo eran de verdad las carreras de cuádrigas. "Aquí es donde cuento un episodio que relatan las crónicas romanas - afirma Santiago Posteguillo- Cuando Severo avanza hacia Roma, el emperador Juliano quiso combatir sus legiones usando elefantes como arma contra ellas. Tomaron los elefantes que tenían encerrados para los juegos. Unos animales mal cuidados y que vivían en cautividad. Aquello acabó en el caos y en el circo máximo se vivió un instante esperpéntico: cuando los elefantes embistieron contra los propios soldados romanos y no pudieron ser domesticado".

Las novelas han sido presentadas, con excelente acogida, en el Instituto Cervantes en Roma, en plena Piazza Navona. El acto sirvió para marcar un interesante debate sobre la mujer y el poder.

"Creo -afirma Santiago Posteguillo- que es relevante, casi una necesidad, la obligación es que se logre la representación igualitaria para todos. Me alegra que en el actual congreso se haya logrado una cierta equiparación y que cada vez haya en España más mujeres. Pero todavía existen lugares de poder donde la mujer no tiene una representación adecuada, como en la empresa privada, donde queda mucho que camino que recorrer".

Más contundente, Ayanta Barilliseñalaba: "Hay que alcanzar la paridad del 50 por ciento. Pero si tarda en llegar, aunque lo ideal es que fuera de manera natural, habrá que acelerarlo. Y eso solo se consigue con la educación y las libertades. Hagamos esa paridad si no sale de manera espontanea".

Dos extraordinarias novelas con dos mujeres protagonistas, ambas con una fortísima personalidad y un nexo común con 2000 años de diferencia: Roma.