Paula Hawkins en Madrid con La chica del tren
La autora del bestseller que se encamina a batir todos los récords habla del thriller psicológico que evoca a la mejor Agatha Christie y se inspira en las tramas de Hitchcock
Ismael Terriza
Madrid | 03.07.2015 17:52
Durante los escasos cuarenta minutos en los que Paula Hawkins ha atendido a la prensa en el entrañable Museo del Ferrocarril de Madrid, La chica del tren, la novela que firma con pluma de oro circulaba sin apeaderos a un ritmo vertiginoso por las librerías de los principales mercados del mundo. En ese periodo de alterne con los críticos de la capital este bestseller al que se le queda corto semejante calificación ha sido despachado cuatrocientas veces en Estados Unidos o repartido en ciento cincuenta ocasiones en Reino Unido; por mencionar dos países donde la historia de Rachel no se baja de la cima de las listas de ventas.
La chica del tren lleva un mes montada en los anaqueles españoles. Planeta celebra que van seis ediciones agotadas. Así entra por la trasera de unos almacenes sale por la puerta principal custodiada por un lector quien, una vez se adentre sus páginas, no podrá dejar de alimentarse hasta agotarlas. "Te olvidarás de respirar, no lo decimos nosotros, lo dice todo el mundo" reza la faja anaranjada que recubre cada ejemplar. Casi 500 hojas de thriller psicológico que al mismísimo Stephen King le arrancó un tuit que ni la más costosa campaña de marketing habría rentabilizado mejor. "Realmente genial novela de suspense. Me mantuvo despierto casi toda la noche", aseguró en la red social el autor de El resplandor.
Rachel, la pasajera, se monta en el mismo vagón de un tren de Londres cada día a las 8:05 horas. Simula desplazarse al puesto de trabajo que ya no ocupa. Ha sido despedida pero oculta la circunstancia a su compañera de piso. Aletargada por el exceso de alcohol se da al vouyerismo mirando a través de la ventana los edificios al pasar. En el trayecto observa desayunar a una pareja. Un hecho tan prosaico que da pie a la intriga el momento en que ella un día desaparece de la amable escena. Es ahí cuando empieza a escribirse un crimen. Rachel es testigo de la ausencia.
La chica del tren evoca al mejor cine de Hitchcock. Rachel es el James Stewart de La Ventana Indiscrita. "Sí, fue una clara influencia" admite Paula Hawkins, zimbabauense afincada en Londres desde 1989 quien se siente halagada cuando la comparan con Agatha Christie o Patricia Highsmith. Eso en cuanto a la intensidad del relato y derrotores de la trama, porque en cuanto a números solo es comparable a Dan Brown, si bien el creador del Código Da Vinci nunca irrumpió en la lista de ventas con tamaña fuerza. La chica del tren ya está en cinco millones de ejemplares vendidos y eso que en lugares como España apenas lleva un mes.
El secreto del éxito
Pero ¿por qué? ¿cuál es secreto para que una escritora novel con solo cuatro novelas románticas para mujeres, estilo Corin Tellado, como bagaje haya dado con la tecla del universo superventas? "De hecho es una pregunta que me hago a mí misma. Tal vez la gente se sienta identificada por ese espíritu vouyerista de Rachel acompañado del cotidiano hecho de ir en un tren, pero es difícil saberlo. Cierto es que los editores han hecho un gran trabajo, un producto de alquimia. No obstante, si supiera el secreto del éxito, lo volvería a escribir mañana", admite Hawkins.
En el transcurrir de la conversación, la autora desliza otra clave que invita a teorizar sobre una pauta general, el porqué ellas trazan intrigas tan apetitosas para el gran público. "Las mujeres traen algo concreto y nuevo al thriller psicológico. En muchos casos somos criadas para pensar en nosotras mismas como posibles víctimas de un crimen. Se nos acentúa mucho la idea de que nos pueden ocurrir cosas. No debemos llevar tacones, no debemos andas solas por la noche, ni ir a un bar solas, aunque sin embargo sean los hombres las mayores víctimas de los asesinatos. Y todo esto nos aporta a nosotros una perspectiva diferente".
Abrumada por el aplauso de crítica y público, trata la escritora de sacudirse la presión cuando ahora se sienta para contar la historia de dos hermanas que no se hablan pero se verán envueltas en un crimen sin resolver. Es la próxima novela en ciernes de Hawkins que presumiblemente llegará a las librerías después de que a la gran pantalla haya arribado la versión cinematográfica de su primer gran éxito. Emily Blunt encarnará entonces a la chica del tren.