El hartazgo mueve al autor. José Luis Ferris (Alicante, 1960) se empeña con esta biografía en una misión: que la "sociedad despierte". El objetivo fijado es que en sus palabras contra el olvido se reconozca por fin el bagaje literario de María Teresa León y sus obras vuelvan a reeditarse. Incluso que sus novelas integren los planes de estudios o que sus textos puedan aparecer en una prueba de Selectividad. Para Ferris, es de "justicia histórica" reivindicar el papel de la que considera "la gran prosista del 27", siempre a la sombra del poeta Rafael Alberti, y que bien merecería al menos estar a la altura de figuras coetáneas como Rosa Chacel o María Zambrano.
La excelsa vida de María Teresa León es proporcional a su obra. "La suya fue una historia marcada por el amor y el desamor, el combate y el destierro, el compromiso y la soledad, el ruido y el silencio, la guerra y la pasión por la vida", sintetiza José Luis Ferris quien la define también como una incesante memorialista. En su haber, un vasto repertorio de géneros. Se prodigó en los relatos, también en las piezas teatrales y guiones cinematográficos además de artículos en prensa. Y todo bajo un mismo propósito, ser la voz de los exiliados, la de los perdedores. Y esa es la gran aportación de su narrativa que no merece ser exiliada dos veces.