Una novela profundamente original que muestra influencias de autores como Dickens y Freud. Se trata del debut de Carolina Sanín en nuestro país, con el que se muestra contenta y agradecida.
Laura Romero, antigua locutora de comerciales de muebles y del servicio telefónico que da la hora y rentista de la mina de sal familiar, vive con su galgo Brus y es asidua de los supermercados. A la casa de esta mujer solitaria llega, una noche, un niño de seis años llamado Fidel. No se sabe de dónde viene ni quien es, habla siempre misteriosamente y parece no estar familiarizado con los usos del mundo.